Cuando tenemos un nuevo tatuaje se nos vienen muchas preguntas sobre su cuidado y una de las más comunes se refiere a la exposición al sol. Si bien sabemos de antemano que una de las prohibiciones más tajantes es exponer el tatuaje al sol, debemos saber el por qué de esta recomendación y tomar las acciones pertinentes para que el tatuaje se vea bien durante el mayor tiempo posbile.

Si pensabas que el cuidado de un tatuaje terminaba al cicatrizar la piel no es así. A partir de ese momento, es cuando debes continuar con una serie de pasos que permitirán que la tinta del tatuaje no se altere y que el diseño se vea como nuevo durante un largo tiempo.

Así, lo ideal es procurar evitar mantener el tatuaje durante mucho tiempo bajo el sol para que la tinta no se desvanezca.

¿Por qué el sol daña los tatuajes?

Los rayos ultravioleta (UV) son los responsables del bronceado de la piel, a través de una alteración de lo elementos de ésta para cambiar el tono. Esto mismo ocurre con la tinta de los tatuajes, solo que en el caso inverso. Mientras la piel se oscurece, la tinta del tatuaje se aclara. El sol aclara los tatuajes porque tiene la capacidad de oxidar los compuestos de la tinta, haciendo que se desvanezca la intensidad del tono.

Si bien lo ideal es no exponer el tatuaje al sol incluso después de pasado mucho tiempo, esto se hace más patente cuando nos referimos a un tatuaje nuevo, pues el proceso de tatuaje daña la piel y debemos darle tiempo a que cicatrice. Lo más recomendable es que durante las dos primeras semanas después de tatuarte, no lo expongas al sol de ninguna forma, ya que esto ayudará a acelerar el proceso de dicatrización y evitará cualquier alteración en la tinta.


Luego de estas dos primeras semanas, y aproximadamente hasta 3 meses después, debe comenzar el proceso para adaptar la piel al protector solar. Dependiendo de tu tipo de piel, puedes comenzar utilizando una crema con factor de proteción solar 30, para mantener protegida la zona contra los rayos ultravioletas.

El factor de protección solar debe comenzar a utilizarse de a poco pues hay que tomar en cuenta que puede causar irritación en la zona del tatuaje. A medida que tu piel se vaya acostumbrando puedes aumentar el factor de protección hasta llegar a 100 lo que te ayudará a prolongar la intensidad de la tinta.

Si bien no debes exponer demasiado tu tatuaje al sol, esto no significa que debas huir de él. Siempre que apliques un cuidado continuo con el uso de protector solar podrás evitar que se aclare y mantener tu diseño por mucho más tiempo.