El pasado lunes fue un día que marcó con un antes y un después para los dominicanos. El paso de la tormenta tropical Noel por el país había dejado la destrucción y la desolación de miles de personas. Alicia Ortega se levantó para hacer su trabajo como un día normal, pero la persistente lluvia le indicaba que algo andaba mal. Al llegar a Antena Latina, en donde trabaja para Noticias SIN, se percató de la gravedad del caso.

Desde el primer momento hasta altas horas de la noche Alicia se mantuvo informando, sirviendo de canal para ayudar y salvar a muchas vidas. A una semana de la tragedia, y luego de volar las zonas afectadas y visitar los refugios, la acuciosa periodistas confesó: “Esta vez no puede contenerme y en un momento me eché a llorar”.

Y es que el panorama no era para menos. “Me impactó la mirada de una madre de cuatro niños, que había perdido su casa y me puse en su lugar, y me dije que cómoda trabajo yo. Su mirada perdida me marcó. Creo que nunca la voy a olvidar”.

En la tragedia: “Noticias SIN” hizo una gran labor al país
Noticias SIN estuvo de cerca con cada uno de los dominicanos que se sintió afectado por la tormenta tropical Noel que perjudicó al país la pasada semana. La periodista Alicia Ortega se convirtió en la vocera de mucha gente que desesperada pedía auxilio, fue la intermediaria entre el pueblo y las autoridades. Esta experiencia ha dejado una huella en Alicia, y de esto, y su trabajo, conversó con LISTÍN DIARIO.

¿Qué tanto afecta el involucrarse en situaciones como la acontecida recientemente con el paso de la tormenta tropical Noel? He cubierto numerosas tragedias como el huracán Andrew (1992), que nos afectó en Miami, y el ferry que se hundió en Haití (1993), sin embargo, fui a un refugio, que no son como en Estados Unidos, y vi a numerosas personas en una escuela sin acabar, con cuatro colchones para 40 personas que estaban ahí. Eso me partió el alma, porque yo he trabajado mucho esta semana pero, trabajo muy cómoda. Trato de mantener siempre la cordura, pero esta vez no pude contener las lágrimas. Ver a una madre con esa mirada como si su vida se hubiera acabado, con cuatro niños, aunque ella no estaba llorando su mirada estaba perdida, eso me marcó. Esa mirada nunca la voy a olvidar.

Los dominicanos estamos sintiendo en estos momentos un desasón. ¿Te llevas este sentir a la cama? Claro que esto nos ha dejado huellas. Desde que me bajé de ese helicóptero yo no he parado de hablar de lo que vi. Yo no me voy al olvidar de la mirada de esa madre. Me puse en su lugar, y vi cómo lo poco que esas personas tenían era todo para ellos. Hay personas que no sólo han perdido lo material, han perdido seres queridos. Hay casos desgarradores de madres que han perdido a sus hijos.

¿Qué tanto se gana o se pierde con esta pasión y esta entrega al periodismo?

Se gana mucho. Tú creces como persona, el hecho de tener la misión de orientar y tener la población informada. Ser ese canal entre las personas damnificadas y las autoridades, y uno se convierte en ese vocero que puedes salvar una vida, que puedes ayudar, esa es la gran satisfacción del deber cumplido.

Vivida esta experiencia ¿existirá un antes y un después en la vida de Alicia Ortega?

Es que son muchas tragedias las que he tenido que cubrir. Cada una deja una huella, eso marca de alguna forma. Recuerdo cuando estuve en la morgue en Haití, cuando se hundió el ferry, la desesperación de las personas esperando los cádaveres de sus familiares, eso también me marcó mucho. También el huracán Andrew, porque aunque no hay la pobreza de aquí, pero es lo mismo ver a las personas que lo han perdido todo.

¿Cómo haces para recuperarte?, ¿Has tenido que visitar algún sicólogo? Nosotros debemos de recuperarnos y recobrar la cotidianidad...

No he tenido que visitar a ningún sicólogo porque esto es parte de tu trabajo, cada historia te deja huellas que no olvidas.

Por el trabajo que haces con El Informe... ¿Te han amenazado?

Sí, muchas veces me han llamado y me han dicho que me van a partir las piernas, pero sabes, yo no pienso en eso. Sin embargo, amenazas concretas no me han hecho.

¿Pero, has sentido miedo, alguna vez? No, para nada.