MIAMI--Después que El Cígala puso nuevamente de moda el flamenco en el mundo entero, llega su equivalente femenino, una morena con el exótico nombre de Buika que está llamando la atención por su estilo interpretativo único y la irreverencia de canciones como Jodida, pero contenta, rompiendo lógicamente esquemas en el género.

El público de la costa este de Estados Unidos la vio en persona recientemente, cuando se presento en Miami y Brooklyn. No fue, sin embargo, su primera experiencia en territorio norteamericano, ya que en el 2001 llegó a Las Vegas, donde trabajó en casinos imitando a Tina Turner, pero luego regresó a España, donde desarrolló su estilo actual.

El disco con el que se está presentando en América lleva por título Mi niña Lola y viene acompañado de un DVD que contiene ese tema junto con Jodida, pero contente, una magistral versión flamenca del tango Nostalgias y Te camelo, donde se la puede ver acompañada de guitarra, cajón y armónica.

"Buika canta ahora junto a los recuerdos de las voces del pasado: Camarón, Morente, Sabicas...", dice en el interior del disco lujosamente presentado en un estuche de cartón. "Buika una vez más es el ejemplo vivo de que la música es el vínculo de unión entre razas y culturas. En ella, Africa, los gitanos el jazz, el tango o la copla se dan la mano y, a veces, hasta parecen besarse apasionadamente''.

"No puedo vivir en la sombra de nadie'', dice ella en las notas informativas distribuidas por los promotores de su música. "Mi respiración es mi respiración, el latido de mi corazón me pertenece a mí''.

Nacida en Palma de Mallorca, España, como Concha Buika e hija de inmigrantes provenientes de Guinea Ecuatorial, la cantante de voz ronca recuerda que el único otro habitante negro en la isla, aparte de los miembros de su familia, era un hombre contratado para posar en la puerta de un comercio como estrategia para atraer clientes, indica la biografía que acompaña al parte de prensa.

"Buika era una niña flaca con el pelo afro que las curiosas vecinas tocaban cuando ella paseaba por la calle'', continúa. "Aprendió a peinarse mirando fotos de sus ídolos musicales de su adolescencia, como Michael Jackson o Whitney Houston''.

Su padre regresó a Nueva Guinea, pero su madre se quedó en España criando a sus cinco hijos, entre los cuales se destacó Buika por su exótica apariencia y voz, y el dominio de instrumentos como el piano, la guitarra y el bajo.

"Yo soy africana, y los africanos no tienen formación musical'', ha dicho la espigada morena de fácil sonrisa en diversas entrevistas. "Un africano no puede vivir sin música.

Cuando mi abuela se enfadaba con alguien, y se enfurecía tanto que no podía hablar, cantaba lo que quería decir''.

Entre los calificativos que ha empleado la prensa española para definirla, figura "La guerrillera de la copla'', según la bautizó el diario El País de Madrid, medio al que dio una amplia entrevista incluida en el paquete de informaciones con la que está siendo presentada formalmente en Estados Unidos, donde cuenta que en su infancia se relacionó con los gitanos de su pueblo, que tiene un hijo, producto de la unión con un músico peruano, el que no aceptó la debilidad que siente la cantante por las mujeres.

En la gira la acompañan el guitarrista Dani de Morón; Ramón Porrina, en el cajón; Kiki Ferrer, en la batería; Iván González, en el piano, y Yadam González en el bajo.(inf. farandula)