Con un dossier de cien páginas bajo el brazo se presentó el notario Giorgio Cariani ante el Tribunal de Módena, dando por zanjada la investigación sobre el patrimonio material del fallecido tenor italiano Luciano Pavarotti. En la minuciosa descripción de los bienes del «Big Luciano» aparecen casas, cuentas corrientes, inversiones en empresas e incluso, la ropa del tenor, considerada un bien material no cuantificable. En este mapa del tesoro aparecen prendas míticas del guardarropa de Pavarotti que seguramente harían las delicias de cualquier coleccionista fetiche y que aparecen descritos en el minucioso dossier solicitado por las hijas del primer matrimonio del tenor con Adua Veroni, herederas oficiales, junto a la segunda mujer de Pavarotti, Nicoletta Mantovani, madre de una niña, hija del tenor. Seguramente lo que a todas las implicadas les interesa, no es el armario del tenor, sino todo lo demás. Cariani enumera bienes inmobiliarios en Módena -unos nueve apartamentos-, Pesaro -donde está la mansión donde Pavarotti pasaba el verano-, Estados Unidos y Montecarlo. Asimismo enumera títulos, derechos musicales, obras de arte, joyas, y una decena de cuentas bancarias -algunas están en números rojos-, ya que el tenor además de un patrimonio difícil de calcular, tenía sus deudas.