Esa respuesta se suma a los sms que parece ser le envió a Obregón días atrás, por San Valentín, cuando ya era pública su ruptura, que Ana anunció vía comunicado a ABC el pasado 7 de febrero. Desde entonces la pareja no se ha visto, pero eso no quita para que compartan hasta barrio, dado que finalmente Darek no piensa abandonar el apartamento que alquiló a Mónica, una íntima amiga de Ana, bueno más bien al padre de Mónica, ya que está muy a gusto en esa urbanización y es él quien ahora paga religiosamente todos los meses los más de mil euros que cuesta la vivienda.

De momento, y pese a estas declaraciones públicas de que aún quiere a la actriz, Obregón no se da por aludida y rechaza cualquier posibilidad de reconciliación. Es más, hasta se comenta que podría tratarse de una estrategia. Ana me asegura que está feliz, tranquila, contenta por la demanda que su abogado Javier Saavedra ganó días atrás al desaparecido «Tomate» por emitir unas imágenes de su padre cambiándose de bañador, e incrédula sobre esas muestras de amor del polaco a quien le está costando bastante encontrar su hueco en las pasarelas y eso a pesar deque ha bajado peso y volumen para estar en sintonía con la línea más esbelta que se exige a los modelos. Quién sabe si aún quedan más capítulos por escribir de esta rocambolesca historia.