ESOS PADRES ESTAN DE ATAR..
0:16Partos silenciosos, colonoscopias, servicios de seguridad,... cualquier cosa es posible si un pequeño tiene el privilegio de venir a este mundo y apellidarse Anthony, Pitt, Martin o Jackson. Sus excéntricos papás son capaces de ejercer las más sorprendentes salidas de tono con tal de garantizar el bienestar de sus hijos, pese a que eso suponga un descomunal desembolso económico o levante las cejas del resto de los mortales.
Por supuesto, hablando de caprichos, es imposible omitir a la actriz y cantante Jennifer López, recién inaugurada mamá, que no ha dudado descargar sus irrisorias exigencias sobre los pequeños Max y Emme, cuya infancia promete alejarse de la normalidad a pasos de gigante.
Cuidados de cuidado
Parece ser que López y su marido, el cantante Marc Anthony, acaban de contratar a un terapeuta especializado en color para pintar el cuarto de los bebés y así fomentar la inteligencia de los niños. «Jennifer contrató a un especialista en terapia de colores para que pinte el cuarto de los niños de color aguamarina y celeste, colores que supuestamente estimulan la inteligencia», desvelaba no hace mucho un familiar de la artista. A todo esto hay que sumar las sesiones de música clásica y de gaitas que los recién nacidos escuchan para relajarse, una técnica, a la que la familia Anthony-López añade los servicios de un masajista dos veces por semana. Además, quienes se acerquen a los pequeños deberán llevar puesta siempre una mascarilla para evitar la contaminación microscópica.
Los pequeños Max y Emme - protegidos por guardaespaldas las veinticuatro horas del día- también juegan con costosos sonajeros que incluyen incrustaciones de diamantes y, además, duermen envueltos en algodón egipcio. Por supuesto, mamá López está obsesionada con que sus pequeños puedan enfermar, por lo que todos los regalos y flores que llegan a su casa son almacenados en habitaciones separadas para que los bebés no puedan ser contaminados.
Muy obsesionada por la limpieza también se mostró la actriz Gwyneth Paltrow cuando dio a luz a los pequeños Apple y Moses. La actriz, casada con Chris Martin, cantante de la banda Coldplay, está considerando la opción de adoptar a un niño de Nueva York, ciudad donde nació. La actriz no deja que nadie coja a sus hijos a menos que usen un jabón especial que elimine cualquier rastro de suciedad. Paltrow, vegetariana a ultranza, está completamente preocupada por la comida de sus más pequeños y también tiene interés por inculcar en ellos las prácticas de meditación y yoga que ella práctica a diario.
El matrimonio formado por Tom Cruise y la actriz Katie Holmes, además de ser los encargados de organizar la fiesta de bienvenida a los gemelos de J-Lo y Marc Anthony, también contratarán al productor y DJ inglés Mark Ronson para animar la fiesta de cumpleaños de la pequeña Suri, que celebra su segundo aniversario el próximo 18 de abril. Como bien es conocido, Cruise y Holmes crían a la pequeña bajo las exigentes normas de la Cienciología. Al parto silencioso de Holmes, que no pudo ni rechistar durante la llegada al mundo de la pequeña, hay que añadir estrictos horarios sin a penas juegos para Suri.
En el caso de Brad Pitt y Angelina Jolie, su retoño tendrá seguro pleno espacio a la hora de llegar a este mundo ya que sus papás prefieren alquilar el hospital entero. Ya lo hicieron durante el nacimiento de la pequeña Shiloh en África y planean lo propio para el alumbramiento del nuevo bebé, que seguramente se producirá en Francia.
A quién tampoco podemos olvidar es a Michael Jackson. Sus tres hijos han tenido que sufrir cómo su papá les tapaba el rostro durante buena parte de su infancia, mientras uno de ellos casi se aficiona a la caída libre cuando su eufórico progenitor lo zarandeó por la ventana de un hotel alemán, cuando tan sólo era un bebé.
La última excentricidad se le ha ocurrido al actor Matthew McConaughey, que quiere poner al hijo que espera el nombre de su cerveza favorita, emulando a su hermano, que llamó a su segundo hijo Miller Lyte porque adoraba esa cerveza. Así que Matthew está pensando en llamar Bud a su hijo por la cerveza Budweiser. Sin embargo, parece que no cuenta con el benéplacito de la madre de la criatura. A Camila Alves no le gusta el nombre y prefiere una elección más clásica.
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