RAMAON ORLANDO EL PASTOR

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Para Ramón Orlando, maestro musical en la tierra y, ante Dios, uno de sus elegidos, el milagro más grande que el Señor ha hecho en su vida es que su obra se manifieste a través de sus oraciones y contar con la presencia de los hermanos que visitan su congregación.

Hace 20 años que el merenguero se convirtió al Evangelio, pero hace dos que fundó una congregación, la cual inició con dos o tres amigos y familiares en su casa, en donde oraban y alababan a Dios. El milagro, según cuenta Ramón, lo sintió de inmediato. Cada vez más llegaba la gente necesitada del Señor y de un cambio de vida.

La casa se hizo pequeña, y Angelito Villalona cedió un local más amplio en la oficina de su hermano Fernando. Allí se congregan todos los miércoles a partir de las 8:00 de la noche. Canciones, bailes y alabanza son parte de la primera jornada espiritual que se complementa con la
pré dica del mensaje de la Biblia, testimonios y, al final, las oraciones y el contacto directo que recibe Ramón Orlando del Espíritu Santo.

Los visitantes se ponen en círculo y con las manos hacia arriba, quizás, buscan ponerse en contacto con el Señor. Mientras que Ramón, que, en medio de las oraciones, también ora en lenguas, va pidiendo por la persona que en ese momento toca con sus manos.

Y llega un momento intenso, el Espíritu se manifiesta y la persona, que siente un frío en todo su cuerpo y pierde fuerzas en las rodillas, cae al suelo. Allí los hermanos oran por él/ella hasta que se levanta con una experiencia tan especial que, asegura, no sabe cómo explicar.

La gente cae al ser tocada por don de Ramón Orlando
Son cientos de testimonios que dan cuenta de cómo el Espíritu Santo se manifiesta a través de las oraciones y las prédicas de Ramón Orlando. El más reciente, el de Sancy Villalona, esposa del trombonista Martín Villalona, quien confesó haber sido curada de un cáncer en el hígado.

Con su pelo corto, fruto de la quimioterapia a la que fue sometida, a Sancy se le ve feliz disfrutar del momento de alabanza. “Pero uno de los milagros más grandes que ha hecho el Señor fue a mi cuñada Jacquelin, la esposa de mi hermano Christopher. Ella no ovulaba y no podía quedar embarazada. Oramos por ella y hoy está criando a unos trillizos ¡Alabado sea el Señor!”, afirmó Ramón Orlando con expresión de agradecimiento.

El encuentro
La conversión de Ramón Orlando se inició hace 20 años, cuando uno de sus músicos, el bajista Joe Nicolás, quien era evangélico, se acercó a él a predicarle la Palabra.

Ramón cuenta que Joe comenzó a predicar el Evangelio de una forma extraña, en una discoteca a un grupo de músicos. “Lo que Dios perseguía era predicarme el Evangelio a mí. La boca que quería era la mía. Comencé a contradecirle y a decirle que los evangelios lo habían inventado los hombres. Un día Joe me regaló una Biblia y yo comencé a leer. Dios me tocó y me tapó la boca”.

Agregó: “Yo no creía en nada de eso, y me reía, pero el Señor tenía sus planes, porque no era Joe quien iba a predicar la palabra en la farándula; sino que Dios utilizó a Joe para que me convirtiera y fuera yo quien predicara en ese mundo”.

Así comenzó todo; para el 1988 el público recibió con escepticismo la conversión del maestro, quien para entonces tenía una de las orquestas más solicitadas en el ambiente musical. Su producción de balada había hecho historia. Ramón se encontraba en el mejor momento de su carrera cuando se convirtió al evangelio.

Después de conocer al Señor ¿cómo manejó la conversión con la música y el mundo del espectáculo?

“Me ayudó la misericordia de Dios. Yo tenía un mandato directo del Señor, porque ¿cómo me iba aparecer a las discotecas diciendo que usar drogas es del diablo, si allí va la gente a vender drogas? Yo nunca le puse atención a las críticas, y a los que más me criticaban los comprendía, porque al igual que yo, en principio no comprendía y me reía, esa gente que estaba como yo era la que necesitaba del Señor”.

Su ministerio
Al cabo del tiempo, Ramón, quien pertenecía al ministerio de Aquiles Azar, sintió el deseo de reunirse en su casa y predicar la palabra a un grupo de amigos. “Yo asistía los jueves y domingos a la iglesia y le dije a mi esposa que quería que formáramos un grupo. Empezamos en mi casa dos o tres personas y la gracia y el favor de Dios; Cristo comenzó a manifestarse e hice un compromiso con Dios y para mí es más grande ver como la gente vomita demonios que ganarme dos o tres pesos tocando una fiesta”.

La familia
Hoy toda la familia de Ramón Orlando conoce la palabra. Confiesa que una obra grande fue la transformación de su hijo Orlandito. “Orlandito era rebelde. Como joven al fin no creía en nada de eso. Siempre oré por mi familia, en especial por él. Llevábamos años predicándole, inclusive lo había llevado a diferentes congregaciones. Él estaba rebelde y enemigo de las cosas de Dios. Un día como padre le obligué a que asistiera al grupo de oración y el Espíritu Santo lo tocó”.

Ramón cuenta que su hijo sufría varias enfermedades, incluso intentó quitarse la vida, pero Dios lo salvó. Ramón es padre de seis hijos. Su hija mayor Sharen se convirtió hace muchos años, y Sheila, otra de sus hijas también asiste a la iglesia que pastorea.

El miércoles, Ramón oró por Luisito Martí, quien padece de cáncer en el estómago. A través de la vía telefónica el humorista escuchó las oraciones.

TESTIMONIOS

MARIBEL RUIZ
Hace nueve meses a Maribel le detectaron un tumor que los doctores en Miami no se atrevían a extirpar. Lista para la quimioterapia, Maribel, quien siempre asistía a las reuniones, sintió que estaba curada. Hoy los médicos no encuentran explicación al caso.

ANGELITO VILLALONA
Desde hace muchos años Angelito se ha mantenido en pie de lucha orando por su familia. Su testimonio da cuenta del acercamiento que han tenido sus hermanos hacia la iglesia, especialmente Fernando, quien además ha confesado que gracias a las oraciones pudo alejarse de las drogas.

ORLANDITO VALOY

Orlandito es hijo de Ramón. En su testimonio cuenta que el Señor hizo maravillas en él, sanando las enfermedades que padecía y la depresión que lo llevó a un intento de suicidio. “Necesitaba un trasplante de uno de mis riñones y el Señor me curó. También tenía que usar lentes y un día me di cuenta que ya no los necesitaba. Dios me liberó de las enfermedades y de las cadenas que me ataban al pecado”.

VÍCTOR MAÑÓN
Víctor Mañón no podía dejar el alcohol. Dice que las oraciones y su fe en el Señor pudo dejar el vicio y hoy es un hombre nuevo.

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