Madonna habría querido seguramente estar rodeada de un mejor ambiente para su cumpleaños. Desde hace semanas no cesan los rumores acerca de una posible separación de su marido Guy Ritchie, su hermano la describe en un libro de memorias como una mujer con ansias de dominar a los demás y la prensa sensacionalista publica fotos en las que -sin maquillaje y ropa especial- se la ve consumida y macilenta.

Y para colmo... este sábado 16 de agosto cumple 50 años. Pese a todo, es de esperar que la diva del pop sepa dejar atrás esta difícil etapa y a más tardar para el inicio de su gira el 23 de agosto vuelva a renacer como el Ave Fénix de las cenizas. "Soy como una cucaracha, nadie se libra de mí", declaró cierta vez.

Cuántas metamorfosis ha tenido ya esta mujer. Cuando apareció su primer álbum con 25 años, nadie hubiese pensado que "el ratoncito del pop con la voz de pajarillo" se convertiría un día en la "Reina del Pop".

Desde entonces se ha reinventado constantemente: fue la novia lasciva en su primer hit "Like a Virgin", la lolita punk, una nueva Marilyn Monroe, la estrella erótica madura ("Blond Ambition"), la buena madre rodeada de misticismo judío, la señorita de látex de su último álbum, "Hard Candy", y por supuesto la "chica material", un sobrenombre que no le gusta y que la acompaña desde el éxito de "Material Girl" en 1985.

Con una fortuna estimada en 560 millones de dólares, 11 álbumes de estudio y siete Grammys, Madonna es la cantante de mayor éxito del mundo. Desde 1983 ha vendido más de 200 millones de discos. Tan sólo su gira "Confessions Tour" de 2006 le dio ingresos por 250 millones de dólares, más que ninguna otra artista con una gira mundial. La revista estadounidense "Forbes" la coronó hace poco como la artista musical mejor pagada del mundo, con ingresos anuales de 72 millones de dólares.

Que la empresa "Madonna" siga en marcha se debe a su ambición, a la autodisciplina sin contemplaciones y a su olfato para nuevas tendencias. Provocaciones bien estudiadas la mantuvieron siempre en primer plano, ya sea la masturbación simulada sobre el escenario, el sexo oral con una botella de vino o el baile delante de una cruz en llamas.

En 2003 causó furor cuando en los premios MTV le dio un beso en la boca a Britney Spears. "Ya cuando era una niña sabía que quería que todo el mundo supiera quién era yo, que me quisiera y se viera afectado por mí", reconoció.

Cómo llamar la atención es algo que Madonna Louise Ciccone -su nombre completo- aprendió muy pronto. Su madre murió de cáncer de mama cuando ella tenía cinco años. Con siete hermanos, tuvo que luchar mucho por el reconocimiento del padre y nunca se entendió con su madrastra.

Con 20 años se fue de su Michigan natal. Llegó a Nueva York con 35 dólares para convertirse en bailarina. Pero sus primeras canciones de composición propia, "Everybody" y "Burnin' Up" (1982) tienen éxito y comienza su carrera sin parangón. El único fracaso fueron sus incursiones en el cine, con la excepción del musical "Evita" (1996).

En 1985 Madonna se casó con el actor Sean Penn, el "hombre más cool del universo". Tras el divorcio en 1989 tuvo algunas relaciones, entre otras con el astro de Hollywood Warren Beatty, 20 años mayor. Con 38 años tuvo una hija con su entonces entrenador físico, Carlos Leon, la pequeña Lourdes, que fue para ella "como una especie de renacimiento".

Desde 2000 está casada con el británico Guy Ritchie, realizador de comedias negras. La pareja vive fundamentalmente en Londres con Lourdes (de 11 años), su hijo en común Rocco (de ocho años) y David (de casi tres años), adoptado en Malawi al principio en polémicas circunstancias.

En estos momentos hay sin embargo un océano entre ambos -y no por los rumores de divorcio-. Madonna se prepara en Nueva York para su gira mundial "Sticky & Sweet", que la llevará a Estados Unidos, Canadá, México (29 y 30/11) y a varios países europeos, entre ellos España. El 16 de septiembre actuará en Sevilla y el 18 en Valencia.

Por primera vez la firma de promoción estadounidense Live Nation está a cargo del proyecto. Madonna firmó el año pasado con el gigante de los conciertos un contrato de 120 millones de dólares y dejó claro a la vez que pretende seguir sobre los escenarios al menos hasta sus 60 años. El acuerdo dura diez años. Tal como canta en su nuevo hit "Give It 2 Me": "I can go on and on and on" (puedo seguir y seguir y seguir).