Cuando desfilaron juntas en la alfombra roja de la presentación en México de la primera temporada de Mujeres asesinas el pasado mes de junio, Verónica Castro y Lucía Méndez fumaron públicamente la pipa de la paz, terminando así con más de tres décadas de rivalidad. Y por si acaso quedaba alguna duda sobre su reconciliación, ahora las actrices mexicanas han aceptado protagonizar juntas un capítulo de la próxima temporada de dicha serie de TV, y, de acuerdo con Notimex, hasta podrían encarnar a una pareja gay.
“Así es, Verónica y Lucía protagonizarán uno de los capítulos, siempre y cuando les tengamos un buen guión, que sea parejo. Todavía no existe, pero vamos a buscar que sea una historia real y fuerte”, confirmó el productor de esta serie, Pedro Torres, en la alfombra roja de la presentación del capítulo que protagoniza Méndez, Cándida esperanzada, en el marco del estreno de dicha serie por televisión abierta en México. Pero, no esperen ver a Castro, de 55 años, y Méndez, de 53, agarrándose de la greña en la pantalla. Torres aclaró que las artistas no desempeñarán papeles que las pongan en conflicto, sino que al contrario, podrían ser amigas y cómplices en el asesinato de un tercero. “El agarrón va a ser de actuación, es lo que nosotros estamos buscando y también toda la audiencia. Yo creo que hemos dejado un poco atrás los dimes y diretes para quedarnos con el trabajo actoral de las dos”, puntualizó Torres.

Fue Carlos Pascual –quien funge como adaptador de los textos de la serie original argentina para desarrollar la versión mexicana– quien declaró que las divas mexicanas podrían encarnar a una pareja gay. “La historia es espléndida, se trata de una pareja gay conformada por dos mujeres que se dedican al teatro, una es vestuarista y la otra arquitecta”, adelantó Pascual. “Surge un problema fuerte, una violación, pero ya no puedo contar más”.

Por su parte, Méndez habló sobre su relación con la madre del cantante Cristian Castro: “Soy una persona de paz. Para pelear se necesitan dos y a mí no me gusta eso. No hemos sido ni amigas, ni enemigas, pero sí compañeras de trabajo”.