Curioso, aunque solo se habrán dado cuenta unos cuantos ojos avispados que sean asiduos y ávidos lectores de la revista Esquire. Al parecer, Cosmopolitan ha decidido que Britney Spears ocupe la portada de su nuevo número de Diciembre y le ha dedicado un jugosos reportaje en el que habla del resurgimiento cual Ave Fénix de la cantante (y futura actriz) con una portada a todo color de una Britney más joven, sana y radiante bajo el título: Cómo una Britney derrotada se levanta.
Pues bien, no es que hayan retocado la foto por photoshop ni que de la noche a la mañana Britney se haya levantado con unos cuantos años de menos (5 para ser más exactos). El hecho es que la foto de la portada del Cosmopolitan es la misma que la de la revista Esquire, ¡pero del 2003!

Al parecer se trata de una sesión de fotos que el fotógrafo James White tomó para la revista Esquire con el que pretendía hacer un monográfico sobre la cantante. Y la revista Cosmopolitan, no sé si por vergüenza a situar una Britney actual (más vieja, con más peso y con una cara en la que se aprecian ya los estragos de su ajetreada vida emocional) ha decidido echar mano del archivo de fotos de la rubia de unos cuantos años atrás.

El caso es que, suponiendo que la foto se haya tomado de manera legal (que seguro que se ha hecho, para eso se gastan las fortunas que se gastan en abogados), siempre pueden excusarse en el hecho de como el reportaje habla de como la Britney derrotada se levanta, han elegido una foto de Britney en sus tiempos mozos cuando aun podía considerársela la Princesa del Pop.

Desde luego que Britney no es un personaje por el que yo profese demasiada simpatía, pero he de reconocer que prefiero a la Britney de hace 5 años, que cantaba igual de mal que ahora, pero al menos, tenía la cabeza asentada y en su sitio o quizás no y era eso lo quería hacernos ver pero ya lo dice el dicho: ojos que no ven, corazón que no siente.