Unas se quejan de que los tienen pequeños y no lucen suficiente pero para Britney Spears el problema es otro, y es que cree que tiene demasiado pecho y para ella es un problema, tanto porque lo único que la hace es darla dolores de espalda, como porque el encontrar ropa o sujetadores que se le ajusten bien se está convirtiendo en toda una epopeya.
“En verdad tengo una relación de amor-odio con mis pechos. En este momento los odio. Los quiero más pequeñas. No puedo ponerme el tipo de ropa que suelo adorar, como el traje rojo de PVC que usé para el video de Oops I Did It Again.”

Que por poder se lo puede poner pero igual se asfixia allí dentro o se asa de calor. No es la primera vez que Britney se refiere a su aspecto o a su sexualidad, pues hace algunos días declaró que le halaga ser considerada como un sex symbol y recordemos (que viene bien ahora que se acerca el fin de año) sus famosísimas revelaciones sexuales que hechas en un documental sobre su vida durante este año.

Unas gastándose el dinero en aumentarlas y a otras las sobra…si es que Dios da pan a quien no tiene dientes.