Es curioso el revuelo que ha formado la actriz Jennifer Aniston con sus atrevidas fotos para la revista GQ. Es una mujer muy deseada y admirada, pero siempre ha sido bastante recatada, por lo que el hecho de que haya accedido a posar tan sumamente sexy da lugar a alguna reflexión. ¿Necesita salir desnuda en una revista masculina?

Ella es suficientemente famosa y adorada como para que esta aparición haya satisfecho el deseo de muchos hombres, pero en el fondo lo que logra es demostrar que sigue siendo una actriz sexy y tiene mucho que dar todavía. Es curioso, cuando la edad comienza a ser un pequeño inconveniente (a punto de cumplir de cuarenta) para lograr buenos papeles en el cine, y como ha confesado, le agobia que se le pueda pasar la etapa más interesante, busca notoriedad y se muestra como nunca.

Aniston ha declarado al respecto que no pretende demostrar nada especial. Tan sólo son unas fotos. Sin embargo, hace muy poco también la veíamos en unas sugerentes imágenes para un calendario, incluso mostrando piel explícitamente como nunca antes (aunque últimamente suele sacar su lado más sensual en sus apariciones en revistas).

Está espléndida, de eso no hay duda, pero lo que le hace falta realmente es alcanzar mejores trabajos en el cine. Y eso en el fondo, es el motivo buscado con estas fotos. Demostrar que su cuerpo se mantiene joven y que su belleza y atractivo está intacto o incluso ha mejorado con la edad. Para más relevancia, ha soltado unas declaraciones incandiarias sobre Angelina Jolie. Todo para estar en boca de todos, para refrescar su nombre entre los productores de cine y conseguir su verdadero propósito: ampliar y mejorar su carrera como actriz.

Es algo habitual entre las estrellas de cine, pero no por ello deja de llamar la atención, precisamente cuando lo que más se habla de ella es sobre sus posibles parejas, su reconciliación con John Mayer (que ha declarado estar encantando con las fotos de GQ) y otros temas personales. Es una forma de promoción como cualquier otra, pero que no asegura un futuro mejor en el cine. Aún así, que conste que estas palabras intentan criticar su actuación, ya que lo único negativo de todo ello es el abuso del retoque fotográfico de la portada de GQ (me gustaría compararla con la foto original), que casi ni parece ella misma. Por lo demás, todo es legítimo para estar en primera línea y una alegría para los que la admiramos.

A ver si pronto la vemos en algún título importante. Mucha falta le hace. Lo más inmediato es su intervención en otra comedia: Marlie & Me. Junto a Owen Wilson que se estrena estas navidades en Estados Unidos y acaba de presentar en tierras californianas. Aquí el trailer: