La música popular ha tenido habitualmente en sus exponentes a cantantes de clases humildes. Razones sociológicas y económicas inciden para que las principales estrellas del merengue y la bachata sean personas que nacieron y crecieron en condiciones de pobreza, tanto en barrios de la Capital como en campos y pueblos del del país.
Repasar el origen de cada uno de los líderes actuales y tradicionales del merengue revelaría una gran cantidad de historias en que la humildad y las carencias materiales fueron siempre protagonistas. Sólo en el merengue Joseíto Mateo, Johnny Ventura, Sergio Vargas, Rubby Pérez, Los hermanos Rosario, José Peña Suazo, Héctor Acosta, Kinito Méndez, El Jeffrey y otros llegaron a la música popular simplemente con las ganas y el talento con que Dios los había dotado.

La música popular ha sido testigo de las vivencias de República Dominicana y, por lo general, ha servido para expresar los sentimientos de pareja como los sucesos de la sociedad, por lo que sus exponentes serán aquellos que tienen la necesidad de decir cosas o denunciar situaciones. Los pobres siempre son los que han tenido la necesidad de expresarse; por eso, la música popular siempre encontrará a sus intérpretes en la clase oprimida.

Mil y una historias musicales
La historia de la vida de los cantantes populares tiene el común denominador de que todos provienen de un origen humilde. En cada caso, los merengueros y bachateros han vivido circunstancias y sucesos diferentes, pero todos coinciden en la lucha y el deseo de triunfar.

Es así como en esta media isla la música popular tendrá en sus exponentes a intérpretes que iniciaron una vida musical con muchas carencias económicas.

Hurgar en los inicios de los cantantes populares es lo mismo que conocer las entrañas del dominicano. No es casualidad que los principales intérpretes del merengue, la bachata y el reguetón vengan de la clase socioconómica de bajos ingresos, porque es allí donde se genera la necesidad de decir cosas, de contar historias y expresar denuncias.

Es así que expresiones poéticas como la décima y el canto, desde antes del nacimiento de la República, han sido una vía para expresar sentimientos y situaciones, teniendo en sus representantes a gente de estratos humildes, que tienen la necesidad de ser escuchados.

Una historia
Y una de esas historia es la de Los hermanos Rosario. Una familia muy humilde de 14 hermanos. Siendo menores: Rafa, Toño, Luis, Toni, Pepe, Aurita y Papito (uno de sus sobrinos) hicieron saber desde pequeños a sus familia que querían ser merengueros.

Aún siendo muy niños, con los instrumentos que podían tener, (cascos de botella, tambora y gu¨ira fabricada por ellos mismos) recorrían las calles del pueblo de Higu¨ey, iniciando sus primeros pasos en la música. Cuentan Rafa que Pepe era poseedor de un gran talento, tanto en la música como en la pintura.

Su padre, Ramón Rosario, decidió apoyar a sus muchachos y vende una propiedad para comprar instrumentos (un bajo, piano, gu¨ira, tambora y un equipo de sonido). El primero de mayo de 1978 debutaron por primera vez Los Hermanos Rosario, en una fiesta que tocaron para el Ayuntamiento del Higu¨ey. Fue el inicio de lo que hoy es una institución merenguera, que el años pasado celebró sus 30 años en el arte, con un espectáculo en el Teatro Nacional Eduardo Brito.

Johnny Ventura Desde muy joven quería ser arquitecto; al canto llegó sin proponérselo. Sus precariedades económicas no le permitieron llegar a la universidad. Sin darse cuenta llega a la música, en donde se prepara y se consagra como un revolucionario del ritmo dominicano.

Con tan sólo 16 años de edad obtuvo el primer premio en un concurso de la época; sus estudios y conocimientos le sirvieron para revolucionar al merengue.

EL REGUETÓN EXPRESIÓN DE LA JUVENTUD
Caso. En el reguetón y el hip hop, ritmos urbanos, sus exponentes cuentan generalmente los dramas que suceden en los barrios; por demás, esta corriente ha contado con el desarrollo tecnológico de los medios electrónicos que le ha facilitado su mayor difusión.

A diferencia de las historias de amor y desamor y jocosidad que recrean la bachata y el merengue, el reguetón es un retatro de la juventud que pertenece a las clases sociales más bajas.

Esa juventud que ha crecido en los barrios clamando oportunidades y exponiendo lo poco que han aprendido en las escuelas y centros educativos.