Paris Hilton, nieta desheredada del propietario de la cadena de hoteles Hilton y famosa en el mundo entero por su facilidad para montar el numerito allí por donde pisa, también dio la nota en Tokio. La heredera llegó una hora tarde a un acto de promoción en la capital japonesa y no se le ocurrió mejor idea que excusarse diciendo que se había “quedado dormida”. Chica, eso le pasa a cualquiera.

La recién nombrada candidata a peor actriz en Estados Unidos tenía una cita con el ex jugador de béisbol japonés Takeshi Shinjo en Omotesando Hills, uno de los centros comerciales más elegantes en Tokio, para inaugurar una tienda de la marca italiana Bliss. Pero se quedó dormida en el hotel y llegó a la cita 45 minutos más tarde, aunque a su llegada a los grandes almacenes bajó de su limusina particular tan contenta y recibió los flashes de las cámaras de los más de cincuenta periodistas congregados como si nada hubiera pasado.