El problema se inició cuando la blonda apareció en un recital en Pembroke Pines, Florida, luciendo unas nuevas curvas y más rellenita que lo habitual. Los medios no pudieron resistir a la tentación de semejante espectáculo y comenzaron a hacer circular –con el dedito acusador- las nuevas imágenes de la cantante.

“Gracias por su apoyo. Manténganse positivos y oren con fuerza. Los quiero mucho”, señaló la estrella en su webiste, agradeciendo el apoyo de sus fans incondicionales. “Por favor recuerden, no importa por lo que pasen en su vida, probablemente alguien la esté pasando peor, así que disfrútenla. Siento que en el mundo de hoy nos enfocamos en tantas cosas que no tienen sentido”, añadió.

Otra que también salió a defender a Jessica es su hermana Ashlee, también cantante y reciente mamá. La Simpson pequeña no se guardó nada y decidió ser por demás explícita en su blog: "Me repugnan totalmente las noticias sobre el peso de mi hermana. Una semana después de la toma de mando de Barack Obama, y con una atmósfera de esperanza en el aire, me parece completamente vergonzoso y denigrante para todas las mujeres leer sobre el peso o la figura de una mujer".