CELEBREMOS EL CENTENARIO DE MARIA MONTEZ
0:19La llegada de María Montez a Hollywood ocurre en una etapa difícil para la mayoría de los habitantes del mundo que se ven afectados, de una u otra forma, por la Segunda Guerra Mundial. En una época en la que el cine constituía una de las fuentes esenciales de entretenimiento, muchas de las empresas productoras se ofreciero a los espectadores filmes caracterizados por la aventura y la fantasía, siendo el auge del cine a color y el perfeccionamiento de las técnicas de rodaje factores esenciales.
Como dijo el escritor Terenci Moix: “María Montez encarnó como ninguna otra las necesidades de evasión de un mundo en guerra”. Con la conquista del estrellato, tras la protagonización de “Las mil y una noches” (Arabian Nights, 1942), dirigida por John Rawlins, éxito que se confirma con “Ali Baba y los cuarenta ladrones” (Ali Baba and the Forty Thieves, 1944), dirigida por Arthur Lubin.
María Montez alcanza un triunfo sin precedentes entre sus compatriotas y para muchas latinas que en vano lo habían intentado. En esa época contaba ya con veintiocho años.
La sirena de hollywood y reina del technicolor
Por sus atributos físicos, entre ellos su escultural figura que le valió el título de la Sirena de Hollywood, y la tonalidad ligeramente dorada de su piel, que la hacía aparecer magníficamente bien en la pantalla, así como por la gran convicción con que interpretaba los roles que le eran asignados, y asimismo por su gran vocación para el cine, la joven que nació el 6 de junio de 1912 en Barahona, como María África Gracia Vidal, comienza a ser conocida en todo el mundo como la Reina del Technicolor.
Proponen museo a María Montez
En República Dominicana, cuna de María Montez, debe aprovecharse el cercano centenario de su nacimiento para llevar a cabo una serie de iniciativas que a largo plazo permitan consolidar su recuerdo, tanto en su tierra como en todo el planeta.
La más urgente podría estar orientada a dar los pasos necesarios para la fundación de un museo dedicado a honrar su memoria, en Barahona, justamente en el lugar donde nació y cuyo solar aún puede ser ubicado.
También sería de gran utilidad entrar en contacto con las únicas con vida de todos sus hermanos, quienes fueron testigos de su hazaña tanto en Hollywood como en París, porque compartieron con la estrella esos extraordinarios momentos, sin dejar de tomar en cuenta sobrinos, cuñados, primos y otros familiares.
Las hermanas que le sobreviven son Consuelo Carter y Teresita Gracia. Consuelo contrajo matrimonio con Kenneth Carter, ejecutivo de la Universal Pictures, cuando vivía en Hollywood con su famosa hermana.
En relación con la obtención de la totalidad de sus películas, es necesario solicitarlas en los estudios para los que actuó; algunos ya no existen; sin embargo, nuevas empresas han adquirido los derechos de las mismas y podrían proporcionar la información necesaria para obtenerlas.
No cabe duda de que la conmemoración del centenario de la diva dominicana constituiría una excelente oportunidad para la organización de varios festivales en los que éstas sean mostradas.
Para la celebración del centenario de la---Reina del Technicolor hemos proyectado poner a circular una ampliada y actualizada edición de nuestra obra biográfica titulada “María Montez, su vida”, entre otras muchas actividades propuestas por los clubes de fanáticos de la estrella dominicana que hoy existen en diversos países, en cuanto al programa a llevarse a cabo con motivo de la celebración, lo cual podríamos entregar a una comisión creada con tal fin, si se considerara conveniente evaluarse su factibilidad.
Además de actriz, escritora
El legado más valioso de María Montez es haber alcanzado tan ambiciosa meta para cuya realización tanto se había esforzado. Gracias a ello, el nombre de nuestro país figura en libros y enciclopedias de cine que ofrecen datos acerca de una de las carreras más aceleradas triunfales y breves de la historia del cine, como ha sido evaluada la trayectoria artística de nuestra diva, que falleció en Paris trágicamente el 7 de septiembre de 1951.
Están incluidas también en este legado los 26 filmes que protagonizó, muchas de éstas consideradas clásicos en su género. El filme “El ladrón de Venezia”, de John Brahm y rodada en Italia en 1950 y la francesa “Pasión prohibida”, (Portrait d’un Assassin, 1949), de Bernard Roland, resumen las más brillantes actuaciones de su trayectoria.
Por otro lado, incursionó en teatro con la obra “L’ll Heureuse” (La isla feliz), estrenada en París en 1951 para luego ser presentada en las principales capitales europeas.
Componentes de su legado son también las obras de su autoría: “For Ever is a Long Time”, “Hollywood, Wolves I Have Tamed” y “Reunion in Lillith”.
Escribió, asimismo, las canciones “Doliente” y “Midnight Memories”. Con la poesía “Crepúsculo” se convirtió en la ganadora de un concurso literario organizado por la Asociación The Manuscripters.
Fue también autora de numerosos artículos publicados en cuatro idiomas. La carrera de María Montez es recordada en Francia, donde descansan sus restos, en Italia y en Estados Unidos.
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