Miley Cyrus salió a comer en California con una remera holgada, un par de borregos y una pequeñísima pollera que dejó al descubierto sus largas piernas.
La estrella le sonrió a los periodistas que la esperaban a la salida del restaurante aunque en las últimas horas dijo que los paparazzi le están arruinando la vida.
"Es el trabajo más desagradable que puede existir", señaló en un reportaje.

La actriz, ídola de las teens del mundo, manifestó estar harta de que la asedien y no la dejen en paz. “Estar siendo seguida por espeluznantes fotógrafos no está en la descripción de nuestro trabajo. Intenta meterte en enredos porque te esperan", dijo en twitter.