En el último tiempo Rihanna se consagró como una de las estrellas más audaces a la hora de vestirse. Ayer fue a comer al restaurante Da Silvano, en el West Village de Nueva York, con una remera negra súper transparente.
El enorme chaleco que eligió para la cita no logró tapar sus pechos sin sostén y el piercing que tiene en sus senos.
En tanto trascendió que Chris Brown, su ex novio, retiró maleza y escombros en los establos de la Policía en Virginia, en la primera jornada de los 180 días de servicio comunitario que deberá cumplir por golpear a Rihanna.

Brown trabajó codo a codo con otras dos personas en libertad condicional, limpiando las caballerizas con cepillos y otras herramientas. Varios guardias adicionales cuidaban la zona, pero sólo se presentaron algunos de sus seguidores y cámaras de televisión.