Desde que en 1992 “Reservoir Dogs” descubriera a un director con unas historias creativas y un gusto por las escenas violentas en las que no escatima en baños de sangre, Quentin Tarantino se convirtió en un autor importante dentro de la filmografía contemporánea.
A “Reservoir Dogs” le siguió “Pulp Fiction”, de 1994, la que le consagra al ganar la Palma de Oro en Cannes y el Oscar a Mejor Guión Original. En esta ocasión rescató del olvido a John Travolta, devolviéndole su estatura de estrella.

Algo similar ha seguido haciendo cuando usa actores como Pam Greir (Jackie Brown) o David Carradine (Kill Bill, Vol. 1 y Vol. 2).

Elementos propios de sus historias son el montaje no lineal y el culto a la estética de las películas de la década 70, gracias a todo el cine, principalmente de “Serie B”, que consumió cuando atendía un video club en Manhattan.

Como otros directores, tiene un grupo de actores habituales en sus producciones (Harvey Keitel, Samuel L. Jackson, Uma Thurman y otros).