Ellas son pura coquetería
0:16¿Cuántas veces te ha pasado que te paras delante de tu closet, repasas todo lo que tienes y al final te sientes sumamente frustrada por no encontrar qué ponerte? Y aunque al armario ya no le quepa un pincho de tantas cosas que tienes para ponerte te sientas con la mano en la quijada y la cara triste dejando escapar un suspiro dices “No tengo nada que ponerme...”.
¿Cuántas veces te has mandado corriendo a una tienda para comprar todo un ‘outfit’ nuevo solo para una actividad que cabe en la categoría de salida normal?
¿Cuantas veces te has mandado corriendo al salón de belleza luego de notar que tu peinado no luce tan fabuloso como lo deseas?
Si el número de veces que estas situaciones te han sucedido son mucho más de cinco, entonces estamos hablando de una chica indudablemente coqueta.
Y aunque esto sea uno de los aspectos superficiales de las tantas cosas importantes que hay en la vida, no hay razón por la cual sentirse culpable por ser así... Al menos esto fue lo que me dijeron en un retiro de la escuela católica a la que asistía en mi adolescencia.
Pues aunque los hombres sean los primeros que se quejen de que duramos demasiado tiempo acicalándonos, son los primeros que enloquecen al vernos especialmente arregladas.
Considero que el asunto de la coquetería femenina es como el juego de las mujeres y aunque es costoso y sacrificado (secadores de pelo, depilación, manicure, pedicure, la búsqueda del accesorio, cartera y calzado ideal, entre otras muchas cosas), suele ser muy divertido para la mayoría.
Cosas de hombres
Los hombres juegan con carritos cuando son pequeños y se pasan la vida obsesionados con sus autos cuando son adultos... Nosotras jugamos a vestir muñecas y darles una vida maravillosa, cuando crecemos nos la pasamos queriendo hacer lo mismo pero con nosotras mismas.
Si nos pasamos los días en este plan para quedar bien ante los ojos de otras mujeres o para impresionar a los hombres es un misterio tan complicado como ponerse a analizar si primero estuvo el huevo o la gallina.
Que hacerlo valga la pena o no es otro tema para discutir, lo que no se discute es que la coquetería es una característica que compartimos las mujeres y que le ponen su toquecito de sal a la vida...
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