Mónica Farro es una vedette uruguaya que desde hace un tiempo triunfa en nuestro país. Sin embargo, según confesó en la edición de enero de la Revista Tendencia Hombre, su primera experiencia en su carrera no fue del todo buena.
"En el 2003 me presenté para ser Miss Playboy y no quedé seleccionada. En el 2004 me vinieron a buscar y acepté la propuesta. Fui electa Miss Playboy Uruguay en el certamen Miss Playboy Latinoamérica 2004 que se realizó en Punta del Este".

Convertirse en Miss PLayboy le permitió dar el gran salto que necesitaba para hacerse conocida y hasta para poder triunfar en la Argentina.

"No es fácil desembarcar en Buenos Aires y empezar una carrera de cero. Creo que mi paso por la revista del conejito no es una línea más en mi curriculum".

La vedette confiesa que es muy perfeccionista y una obsesiva en el trabajo. Incluso con las tareas del hogar.

"Ahora que estoy en Mar del Plata, cuando no voy al teatro a presentarme en Fantástica, me levanto temprano, desayuno, ordeno un poco la casa porque hago todo yo (no me gusta que nadie haga nada por mí), cocino y después me voy toda la tarde al spa, al gimnasio y a la cama solar".



Sin embargo, tanta actividad, no afecta su vida sexual ya que Mónica confiesa que necesita tener muchas relaciones para funcionar bien en el resto de sus actividades.

"No soy de ese tipo de mujeres que se estresan y pierden el deseo. Te diría que todo lo contrario. En mi caso necesito sexo a diario para funcionar".