La noche del miércoles, los asientos de la Quinta Vergara de Viña del Mar fueron cedidos a un público adulto que fue a honrar a Raphael en sus “primeros 50 años en el arte” como el artista confesó (al igual que en República Dominicana) al inicio de su recital por el medio siglo cabalgando.

En la platea de un festival que aplaza las notas políticas, deportivas y policiales de la portada de todos los diarios chilenos, el cantante Raphael llevó la misma producción de sus bodas de oro que ha paseado por varios países. El piano, dúos con las extintas compañeras fallecidas Rocio Dúrcal y Rocio Jurado, gracias a la tecnología; los gestos, el sombrero, el toque flamenco, el aire torero y el ®Te adoro® de Armando Manzanero, formaron parte de un show de dos horas iniciado después de la medianoche y tocando, con deseos de quedarse, las tres primeras horas de la madrugada.

Raphael, con más de 300 discos de oro y 65 discos grabados, caminó por la Quinta Vergara como dueño de casa sin jamás perder el garbo y su aire de caballero respetuoso.

El público villamarino lo aplaudió siempre de pie. Emocionó su desafío inicial a capella, como retando al “monstruo” con su voz intacta 50 años después.

En el mismo orden fue deshojando las estrofas de “Caminante”, “La noche” y “Desde aquel día” el hombre enigmático y de atavio impecable que calcula cada movimiento escénico.

Canciones
A los afectos de rigor le siguieron “Digan lo que digan”, “Provocación”, “Siempre estás diciendo que te vas” y “Estar enamorado”.

También interpretó “Como han pasado los años”, “Amor mío” y “Gracias a la vida”, la última de Violeta Parra.

Aunque musicalmente confesó que tenía el corazón ®en carne viva®, Raphael no quería bajarse de la Quinta Vergara.

En más de dos horas cantó 25 canciones y fue casi a las tres de la madrugada cuando entregó los micrófonos a la banda argentina Miranda. Con “Yo soy aquel”, se despidió, llevándose todos los lauros que dedica este festival.

La prensa chilena, a través de www.cooperativa.cl (radio y televisión) dio cuenta que Raphael perdió un diente durante su actuación y siguió adelante, como todo un profesional.