Más allá de su propuesta sonora, ese pop-folclore-eléctrico, (por llamarlo de alguna manera), y que se escucha más en formato mp3 que en las estaciones de radio), su físico y forma de vestir, son también un acontecimiento.

Como hiciera Luis Días a mediados de los años 80 al inciar la revolución de la bachata con su “tecno-amargue”, Rita Indiana ha logrado, al atreverse a mezclar elementos de la música folclórica con pop y electrónica, conseguir un inusitado éxito.

Desde ya, la también escritora es un ícono de la cultura popular dominicana, ya que lo que otros artistas han de hacer para conseguir elementos en el vestir con los que el público los identifique, en ella se han dado de una manera natural.

Ojalá esa naturalidad con la que vive no sea mal vista por una sociedad en la que es un pecado ser y no aparentar, y en la que un grupo persona, con pancartas y consignas, pedía por la salvación su alma a la entrada del local donde se celebraba el concierto.

Sus aún escasos temas son cantados por el público que asiste a sus presentaciones como si tuvieran una profusa emisión en las programaciones de las emisoras y sin necesidad de payola y estrategias de mercadeo, al público, como decimos aquí: le ha cogido con ella.

CONTRAPARTE DE FRANZ FERDINAND
El próximo 3 de abril, Rita Indiana y Los misterios serán los encargados de abrir el concierto de Franz Ferdinand en Punta Cana.

En su presentación del pasado jueves en Hard Rock Café, dio más realce a los instrumentos de percusión en sus temas como “Equeibol”, “La hora de volvé” y “El blu del ping pong”.