El filme “Un prophète”, Un profeta, dirigido por Jacques Audiard, obtuvo el César a la mejor película en la XXV edición de los Premios de la Academia francesa del Cine.

El drama de un joven inmigrante en una cárcel francesa, interpretado por Tahar Rahim, encarna la evolución desde el pobre delincuente que torna en hábil protagonista del crimen organizado, convenció a los académicos.

Audiard explicó que este “profeta” de la cárcel tiene poco de religión, ya que anuncia un nuevo tipo de criminal, aunque el director ha asociado la palabra “angelical” al papel que interpreta un Rahim que pisa fuerte en su primera incursión cinematográfica.

La película se alzó con nueve premios entre ellos Mejor Direccion, Mejor Guion Original, Mejor Actor para Rahim y Mejor Actor de Reparto para Niels Arestrup. En la categoría Mejor Película Extranjera “Gran Torino” resultó ganadora y Harrison Ford recibió un premio honorífico por toda su carrera de manos de Sigourney Weaver. La etérea Mélanie Thierry, de 29 años, fue premiada como Actriz Promesa y el autor de cómics Riad Sattouf vio premiado su debut como director de cine por su crónica de adolescentes “Les beaux gosses”.

Entre los perdedores, el filme de A l’origine, drama dirigido por Xavier Giannoli que partía como segunda favorita, con once candidaturas y solo se llevó el de Emmanuelle Devos por Mejor Actriz de Reparto.

Le superó, con dos César, el filme “Le Concert”, una comedia dramática dirigida por Radu Mihaileanu, que cuenta la historia de un director de orquesta en la Rusia de Leonidas Brezhnev.

En 2009, el César de la mejor película fue para “Séraphine”, la historia de una pintora autodidacta y su trágica vida.