En una pequeña calle de un barrio popular de París, en un edificio cuyas ventanas fueron tapadas por cortinas negras, el director de cine y actor Woody Allen inició el rodaje de “Medianoche en París”.

Se trata de una comedia romántica sobre la historia de una familia que viaja a Francia por negocios. Y sobre todo, de una pareja cuya vida cambia por ese viaje, según el agente del cineasta, Shelby Kimlick.

Aunque numerosas celebridades actuarán en este largometraje, los comerciantes y habitantes del barrio se quejan de que por el momento no han visto “a nadie”.

No se ha establecido ningún dispositivo de seguridad para alejar a los mirones. Un pequeño afiche colocado en el edificio anuncia un rodaje “cuya acción tiene lugar en los años 20” y sugiere que la filmación continuará hasta el martes.

Solo la presencia de dos camiones de filmación, una pareja de extras vestidos como en los años 20 y varias personas con ‘walkie-talkies’ revelan la presencia del cineasta neoyorquino, quien por fin apareció brevemente en la vereda antes de entrar a un pequeño automóvil blanco para ir a almorzar.

El director, guionista, actor, músico y escritor estadounidense, ganador del premio Oscar en múltiples ocasiones, sigue su nuevo filme, cambiando su acostumbrada Nueva York por otra ciudad europea.