Con el tema de fondo de los conflictos del género femenino en el mundo ‘light’, la escenificación de “Gorditas” resultó ser un entretenido espectáculo teatral caracterizado por lo novedoso.

En la trama, lo de “gorditas” es utilizado en un sentido más connotativo y significante, no se trata de un sobrepeso corporal simplemente, sino de una carga constituida por la envidia, los complejos, la vanidad, la lujuria, la traición, la ambición que lleva a abandonar los valores y la ética para buscar la imagen superficial del éxtito.

El mundo ‘light’ dicta las reglas de comportamiento y belleza para la mujer de hoy, en una apariencia “saludable” se esconde el consumismo que devora en cuerpo y alma la vida de muchas mujeres en el ámbito laboral, y sobre todo, en el ambiente de márquetin publicitario.

A excepción de Yamilé Scheker y de forma muy coincidente, la mayoría de las actrices que representan los personajes de esta obra proceden del entorno publicitario y televisivo, lo cual representa una ventaja para la interpretación, aparte de sus dotes histriónicas y el gran desenvolvimiento que mostraron en la escena, como fueron los casos de Hony Estrella, Georgina Duluc y Chachita Rubio, un elenco idóneo para represetar quizás, parte de sus propias historias.

Elvira Taveras nos trae un espectáculo actualizado con la tecnología con escenografía funcional y de buen gusto donde se integra el uso de estos recursos, no como elementos accesorios, sino como medios centrales de la narrativa dramática.

La comedia definida como satírica en diversos medios, nos llega en una versión más realista, matizada con acentos dramáticos por momentos y una intención reveladora del fondo y circunstancias de los personajes que se debaten en el conficto de la competencia feroz a que son empujadas las mujeres en su afán de poseer los parabienes del mundo ‘light’: belleza, poder, reconocimiento, dinero y sexo en abundancia.

Si algo resultó chocante de esta puesta en escena, fue la proyección de un anuncio publicitario del mundo real en el transcurrir de la escena, lo cual sin embargo, se justifica en el contexto de la obra.

“Gorditas” nos muestra cómo muchas mujeres han masculinizado sus comportamientos en el mundo de la competencia laboral y trata de desenmascarar el mundo publicitario, pero sus personajes quedan atrapados en el mismo, en el mundo de frivolidades e intereses… ¡En la dictadura del mundo ‘light’!