Joe Arroyo fue uno de los salseros más conocidos de América Latina, uno de los que demostró a punta de talento y sabor que la salsa era un género que no estaba confinado a intérpretes y orquestas de Nueva York y Puerto Rico, sino que colombianos como él y venezolanos como Oscar D' León y La Dimensión Latina, también tenían mucho que aportar. Temas suyos como "Rebelión", "La noche" y "Echao pa' lante" forman parte del repertorio clásico de la salsa.

Pero "El Joe", presentaba un cuadro clínico muy complicado que incluía afecciones renales, cardíacas y pulmonares, sumadas a problemas de hipertensión y diabetes. Fue hospitalizado hace 29 días en la unidad de cuidados intensivos de la Clínica La Asunción, de Barranquilla (Colombia), donde falleció hoy a las 7:45 de la mañana.

Según el diario colombiano El Tiempo, el músico pasó gran parte de la convalecencia sedado, conectado a un respirador artificial y sometido a constantes diálisis debido a la insuficiencia renal que lo aquejaba. El cantante había sido hospitalizado incialmente a finales del pasado mes de mayo por un paro cardiorespiratorio. En aquella ocasión, la clínica emitió un comunicado de prensa explicando detalladamente el estado de salud del famoso cantante, quien fue ingresado nuevamente hace casi un mes.

El mánager del cantante, Luis Ojeda, quien trabajó junto a Arroyo 28 años, declaró a los medios de comunicación que "Él estaba bien malito. Era mejor que descansara". A Arroyo, quien falleció a los 55 años, le sobreviven su esposa y ocho hijos. Álvaro José Arroyo González, conocido como el "Gran Joe" o "El Joe", nació en el barrio Nariño, en una loma de Cartagena, el primero de noviembre de 1955. En su barrio, corría la leyenda de que el niño y su familia eran tan pobres que un día su mamá tuvo la visión de que había un ángel que le tocaba la garganta al pequeño mientras dormía y, ella decía que por eso no pasarían hambre. Aunque, cuando la fama del cantante empezó a crecer, sus vecinos decían que lo que le había dado aquel ángel era el don de la voz.

En la pubertad, se convirtió en la voz de los prostíbulos de La Heróica. A los 15 años, Arroyo fue el cantante del Súper Combo Los Diamantes, en Sincelejo; a los 16, de La Protesta, en Barranquilla; a los 17, de Fruko y sus Tesos, en el país entero; y desde 1981, a los 24, de La Verdad, con la que recorrió los grandes escenarios del planeta. Al momento de su muerte, la carrera de Joe Arroyo vivía una nueva época de oro. El cantante y los músicos de su orquesta tenían maletas listas para cumplir con varias presentaciones en Colombia, algunos países del Caribe y en Estados Unidos. Además, una novela basada en su vida se transmite actualmente con gran éxito de audiencia desde hace un mes en su natal Colombia.

Jerry Rivera quien aseguró que: "Hoy la salsa está de luto. Hemos perdido a uno de los grandes. Joe era un maestro, una gran voz". Otro que no tardó en enviar sus condolencias fue Gilberto Santa Rosa: "Lo primero que quiero hacer es enviar un abrazo muy fuerte a sus hijos, a su esposa y a todos sus dolientes. Quiero que sepan que me hago solidario con su dolor y que le pido a Dios que les otorgue fortaleza para superar este dolor. Joe, no se fue, lo que pasa es que no lo vamos a ver físicamente, pero su música está y seguirá aquí con nosotros. Ahora es que hay Joe para rato. Mientras haya salseros en el mundo, Joe Arroyo y su música seguirán con nosotros."

Mientras que su compatriota Juanes escribió en su cuenta de Twitter: "Día triste para la música ... . ¡Gracias por toda la alegría que nos dejas! ¡Arriba Joe Arroyo!"
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