Cuando se acerca el fin de semana, siempre nos planteamos hacer algo, aunque en un principio queremos descanso, estimulo y tranquilidad, pero eso depende de las cosas que hayamos estado vivido durante la semana, pues quien haya estado moviéndose de un lado para otro toda la semana seguro que no tiene ganas de escalar una montañas el domingo, o el que haya estado sentado en un escritorio delante de un ordenador seguro que no le apetece pasar una larga tarde viendo la televisión, por lo que es necesario encontrar el equilibrio para recargar baterías. Hay que preguntarse que es lo que necesitamos en ese momento, hay que tener cuidado, pues a menudo nos parece que no tenemos nada mas que hacer que no hacer nada, solo asi nos podemos imaginar la tranquilidad, y eso es un error de esta forma nos estancamos y pensamos que lo que no podemos alcanzar es lo mejor. Podríamos hacer una lista de cosas que nos guste hacer durante los fines de semana y pensar en algo que equilibre y a la vez nos haga felices, cargando las baterías y aportándo energía en cualquier momento y situación ya haga sol o llueva, pues a menudo parece que nos acogemos al tiempo para que incida en nuestra recuperación y si es así, no somos suficientemente flexible, no tenemos ideas, nos postramos en el sofá como un saco pesado, y no nos animamos ni nos esforzamos en nada. Para una buena recuperación es mejor no encender la televisión pues paraliza por completo nuestro estado, podemos poner aceite en una lampara aromática y saca la lista con las actividades favoritas a ver que nos apetece a primera vista y sin pensarlo mas, simplemente hacerlo, también podemos llamar a un amigo y dejarnos aconsejar por el, y aceptar sus ideas o ayuda, eso seguro que por lo menos nos dará nueva energía. Los amigos siempre son importantes, nos escuchan, protegen, compartimos penas y alegrías con ellos, por lo que influyen en nuestra vida, por eso tenemos que ser selectos y rodearnos de gentes que nos aprecie de verdad, ya que los que critican constantemente se extralimitan aprovechándose de las ocasiones, y eso muy bueno no puede ser.