O tal vez, porque también es el reflejo de la inocencia de antaño, mezclada entre risas y travesuras; pero lo cierto es que la serie que una vez creara Gómez Bolaños en los años 70, demuestra ser un clásico perdurable.

Así lo confirma la amplia asistencia al Teatro Nacional, el pasado fin de semana, en la que se presentaba el musical que da vida a este emblemático personaje.

El público
La primera función contó con una amplia asistencia de niños de centros escolares y fundaciones a las que el Grupo Ramos donó las entradas.

Con algarabía notable, los niños aplaudieron a los personajes confesando, una vez acabada la obra, que les “gustó mucho”. “¿Cuándo nos van a volver a traer?”, preguntaban. La directora de la Fundación Cristiana Ama A Tu Prójimo, Eveling Pereyra, reveló que era la primera vez que ellos niños asistían a una obra.

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ENTRE RISAS Y LÁGRIMAS
Aunque la mayoría conoce que el Chavo se distingue por una buena dosis del sano humor que proporciona el simpático personaje, la obra también tuvo una fuerte carga emotiva, la cual fue expuesta cuando los inquilinos de la vecindad (Doña Florinda, Doña Clotilde y el Profesor Girafales) fruto de las negociaciones del villano, Rufino Malacara, se disponen a partir y abandonarla para siempre; a la vez que el Chavo se pregunta con tristeza, a dónde podría ir, una vez La Vecindad fuese vendida.

Afortunadamente todos juntos logran recuperar La Vecindad, dejando un espacio abierto para nuevas aventuras por venir.