En un humilde apartamento de la calle Puerto Rico, casi oculto a los transeúntes, en el sector Alma Rosa, reside una figura de la historia del merengue. Su nombre: Luis Kenton.

Los amantes del merengue clásico recordarán, sin lugar a dudas, aquellos tiempos en que Los Kenton hacían bailar a los dominicanos con su particular e ingeniosa coreografía, una mezcla de artes marciales y merengue.

También podrían hacer memoria del trágico accidente de uno de sus miembros, Luis, al cual le costaría abandonar temporalmente la música y vivir en silla de ruedas hasta el día de hoy.

Aquello ocurrió el 29 de octubre de 1987, mientras practicaba gimnasia en el Centro Olímpico.

El resultado para la vida de Luis Kenton sería una espondiloartrosis degenerativa que afecta gravemente su capacidad motriz, al punto que no puede valerse por sí mismo ni para hacer las más sencillas actividades cotidianas tales como comer, bañarse o moverse de un lado a otro en la intimidad del hogar, sin la compañía de su silla de ruedas mientras es cuidado y atendido por su primo materno.

Trabajador incansable
Podría sorprenderle a muchos pero después de su accidente Luis Kenton ha publicado seis libros. Además aguarda por publicar “De poeta a carpintero”, en honor a su padre, Ángel Miguel Payano y su obra maestra “Los Kenton, la leyenda”.

Con este libro Luis le ofrece a los dominicanos la oportunidad de vislumbrar los años dorados del merengue y todo lo relacionado con este histórico grupo. Con una colección de fotos que oscila entre 500 a 600, la obra estará en circulación para la próxima Feria del Libro.

La ayuda recibida
Pese a su precaria condición de salud y de los altos costos de su tratamiento (2,000 a 6,000 dólares), Luis Kenton no recibe ninguna ayuda económica sólida para cubrir sus necesidades. Se extraña de que el presidente Leonel Fernández haya entregado pensiones a diferentes artistas dominicanos, sin haber sido tomado en consideración. “Espero que el gobierno pueda ayudarme”, afirma.

Luis requiere de una casa propia y una pensión con la cual pueda seguir viviendo dignamente, ya que actualmente se encuentra en serios aprietos económicos.

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FUNDACIÓN Y ESCUELA DE TALENTOS ARTÍSTICOS
Para asombro de todos, Luis Kenton dirige una fundación que lleva su nombre y una escuela de talentos (apoyado por algunos profesores de música), encargada de preparar niños y niñas ”para que sean artistas con dignidad y calidad”, según sus propias palabras.

Actualmente asisten unos 50 niños. Ambas operan en su misma casa y resalta la necesidad de un local para impartir las clases.

Así es como, lo que algunos podrían calificar de” trágico suceso”, le ha servido para poner a prueba su propio talento y capacidad.

Demostrando ser un hombre de fe , reconoció: “La capacidad más grande que puede tener un ser humano es conocer a Jesús”.