NUEVA CRISIS EN LA FAMILIA THYSSEN
0:26Al final esta historia puede acabar con el pacto entre las suegras y el vacío al mensajero. Me explico. Si en Francia las madres de Sarkozy y Carla Bruni se han convertido en la principal fuente donde beben todos los medios de comunicación galos, en España las madres de Borja Thyssen y Blanca Cuesta prometen seguir dando que hablar a raíz de la boda de sus hijos y sobre todo del nacimiento de su nieto Sacha.
Ya se sabe, y así lo comenté días atrás, que las cosas estaban mal entre las consuegras, vamos que directamente no estaban, puesto que no había habido encuentro tras las declaraciones más o menos afortunadas de la baronesa, una vez se enteró de que iba a tener a Blanca como nuera y a los Cuesta como familia política. También que la noche en que nació Sacha la baronesa fue la primera que entró en el cuarto donde descansaban Blanca y su bebé después del parto y allí permaneció con los padres y su nieto hasta casi las tres de la mañana, que fue cuando se retiró y entró la familia Cuesta, que había estado esperando en una sala cercana. Ayer, Heidi Cuesta, la suegra de Borja, aclaró en el programa de Ana Rosa que ella fue la primera en conocer a su nieto, puesto que esperó en el pasillo con su marido a que Blanca y Borja salieran del paritorio y pudo besar a su hija y su nieto antes que nadie. Lo que Heidi no perdona es el papel que en esta historia ha jugado Chelo García Cortés, a quien culpabiliza de los últimos desencuentros y a la que acusa de afán de protagonismo, señalando incluso las páginas donde aparece retratada en «Hola» en la exclusiva del enlace nupcial. Contra García Cortés, madrina de Borja en la boda, carga las tintas también responsabilizándola del jaleo que se montó en la iglesia de Tarrasa donde se celebró el enlace religioso. Chelo prefiere no responder. Sobra decir que entre Blanca y su madre ya ha habido más que palabras.
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