WILKINS HACE ENTREGA TOTAL EN SU CONCIERTO DE DESPEDIDA "RESPERARE"
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Todavía resulta difícil creer que al cantante Wilkins ahora lo muevan otras cosas fuera del escenario, como dice, después de protagonizar una intensa velada musical, en la que lejos de proyectarse como una figura de los años 70 y 80, dio muestra de su vigencia artística.
El Rockmántico se entregó el jueves a un delirante público, que colmó la primera de las cinco funciones de su concierto de despedida “Respiraré”, y con éste, recorrió distintas etapas de su carrera.
Lo hizo con la misma energía, pasión y fuerza interpretativa que le ha caracterizado a lo largo de su extensa carrera, cuyos momentos más gloriosos fueron proyectados en los visuales que en varios momentos complementaron la moderna propuesta escénica.
Pero si bien Wilkins se entregó sin límites, así también lo hizo su fanaticada, en especial las mujeres que lo escogieron a él para disfrutar la noche de San Valentín. Desde que pisó el escenario de la sala de festivales del Centro de Bellas Artes de San Juan, el mayagüezano –junto a una sonora banda de 16 músicos– hizo suspirar a cientos de mujeres que no cesaron en toda la noche de gritarle piropos, hacerle confesiones y peticiones a coro, como: “No te quites, no te quites”. “¡Te amo!”, le dijo una fanática sentada en el foso que, según leía el cartel que portó, viajó desde Miami para acompañarlo en su despedida.
Otra fanática no titubeó en subirse a la tarima cuando el artista preguntó si alguna quería bailar con él. Él, por su parte, las complacía con comentarios tales como “tranquila, mamacita, que lo tuyo llega”, “están tratando de tentarme a ver si no me retiro” o “las traigo muertas”.
El concierto producido por Tony Mojena abarcó 34 canciones, incluidos cuatro medleys, y casi todas fueron seguidas por el público, entre el que se encontraban la ex gobernadora Sila María Calderón, y el gobernador Aníbal Acevedo Vilá junto a la primera dama, Luisa “Piti” Gándara.
“Tratándose de ti”, “¿Qué me pasa contigo?” y “Si yo fuera mujer” marcaron el ritmo de la jornada que se extendió por dos horas y media.
Destacaron las interpretaciones de “Te mataría”, “Un nuevo amor”, “¿Cómo no creer en Dios?”, “Te extraño”, con el que recordó a su hermana fallecida, la periodista Bruni Vélez; el clásico “Bella sin alma”, que no se privó del ya esperado arrebato con la silla; “Dios”, que, cual Mesías, lo hizo volar sobre el público, y todos los popurrís.
Comenzando por el rockanrolero, que dio paso al acertado cuerpo de baile del coreógrafo Danny Lugo; el latino, que incluyó los sabrosos “Margarita”, “Sopa de caracol” y “Bombón asesino”; el caribeño, que, junto al lucido grupo Yagüembe, apeló a la fibra patriótica con “De ahí vengo yo”, “A Mayagüez voy cantando”, “Taller de Mamery”, y en homenaje al Caribe, “Chan chan”, “Quisqueya” y “Soñando con Puerto Rico”, hasta el llamado, “Respiraré”. Este último comprendió el tema que tituló el concierto, “El sucesor” y “Te amo”.
“Yo apuesto a mí” y “Aquí”, cerraron el inicio de un retiro que, según el vocalista, le pide a gritos su voz interior, pero falta ver si los gritos de sus fanáticas pueden más que aquellos que lo llevan a “respirar” por el camino del vino y su castillo de piedra en Argentina.
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