El documento se refiere a un incidente doméstico que supuestamente fue protagonizado por Cristian y Valeria en la casa de la pareja en presencia de sus hijos Simone y Zaratustra, así como una hermana y una amiga de ella.

Tras llamar a la policía Liberman aseguró a las autoridades que Castro le había gritado delante de los niños y que en el pasado la había golpeado, pero que ella no lo había denunciado.
Según el testimonio de la abogada sudamericana, Cristian, quien estaba en proceso de dejar la casa familiar y había regresado de un viaje un día antes, tuvo un comportamiento muy agitado y hostil hacia ella.

Castro, de acuerdo con Liberman, el mismo día descompuso varias televisiones de la casa para que ella no las viera y lanzó a la piscina dos computadoras portátiles valuadas en dos mil dólares, tras gritar que “la tecnología es el diablo”.

Valeria dijo que después de la discusión estaba muy temerosa, por lo cual su hermana le aconsejó que abandonara la casa con sus pequeños en vista de que en el pasado Cristian la había golpeado. Al momento de la denuncia Castro no estaba en la residencia. En pasado agosto Cristian solicitó aquí el divorcio (aunque se arrepintió en los días siguientes). El pasado 19 de febrero, Liberman hizo lo mismo al argumentar que estaba irremediablemente roto su matrimonio de casi cuatro años.

Castro, quien antes estuvo casado un año con la paraguaya Gabriela Bo, se mudó al sur de California con la intención de estudiar música. El artista mexicano ha vendido millones de discos gracias a éxitos como Lloran las rosas y Por amarte así.