WINONA DE MANOS LIGERAS
0:06Vale que la noticia ha sido publicada en el «National Enquirer», que no es el «Washinton Post», pero parece que no ha habido protestas de la interesada (lo cual tampoco es prueba de nada, salvo de no hacer caso a tonterías). Según el medio sensacionalista, la actriz salía de un poco lujoso «drugstore» de Hollywood cargada de cosas (pagadas) cuando se activaron los sensores y la alarma anti robo. A la ladrona, a la ladrona.
Un empleado de la CVS Pharmacy, situada en Cahuenga Boulevard, contó al «Enquirer» que un guarda de seguridad la paró, echó un vistazo a la bolsa y descubrió el maquillaje robado (supongo que cotejando el ticket de compra y el contenido de la bolsa; ahí está el momento en que te manosean los tampones, los preservativos y las toallitas para las hemorroides). Preguntada sobre el presunto objeto del delito o falta, la actriz puso cara de sorprendida y dijo que no sabía cómo había ocurrido. La historia, siempre según la publicación, tuvo final feliz. El maquillaje fue devuelto a su sitio y a la chica se la dejó ir (con su bolsa) sin más. O sea, que no hay que volver a imprimir camisetas de «Free Winona» (con una de esas prendas contraculturales llegó a posar la propia Ryder en la portada de la revista «W» en junio de 2002, cuando estaba pendiente de ser juzgada por robo).
Winona, que se llama así por la ciudad de Minnesota donde nació en 1971 y era ahijada de Timothy Leary (Míster LSD y «el hombre más peligroso de América», según Richard Nixon), es una morena de pasado rubio que creció en una comuna donde no había ni siquiera electricidad. Quizá sea este «background»jipi lo que la impulsa a tomarse a chufla la propiedad ajena. También es verdad que desde el año 2001 está señalada por la sospecha haga lo que haga. E incluso aunque no lo haga (siempre será más fácil colar una historia de cleptomanía con ella de protagonista que con cualquier otra estrella sin antecedentes a lo Marnie).
La vez que sí fue verdad verdadera (12 de diciembre de 2001) se llevó del Saks Fith Avenue de Beverly Hills un vestido de Gucci, un bolso de Dolce & Gabbana y unas medias de Calvin Klein. En esa ocasión sí fue arrestada, juzgada y condenada. Resultó culpable de robo y vandalismo (también se le había acusado de usar medicamentos sin receta, pero esos cargos fueron retirados).
Fue sentenciada a tres años de cárcel con condena suspendida, a 3.700 dólares en multas, a restituir 6.355 dólares a Saks Fith Avenue, a 480 horas de trabajos comunitarios y a seguir una terapia para tratar lo suyo. Los cargos fueron revisados en junio de 2004 y los delitos pasaron a ser faltas. Era todavía la época del paréntesis, esa etapa oscura (2001-2005) en la que prácticamente sólo hizo «Mr. Deeds» y «Simone» y hasta se perdió volver a trabajar con Woody Allen en «Melinda y Melinda» (ya había hecho «Celebrity») porque no había quién la asegurara. Ni a ella ni a Robert Downey Jr, otro descarriado, a quien el director también quería (bueno, si el actor que sustituyó a Downey fue Will Ferrell hay que concluir que las drogas han hecho un gran daño al mundo del cine).
Tiempos pasados. Ahora Winona tiene cinco películas en post producción, pre producción o rodándose. Entre otras, la esperada «Star Trek» de JJ Abrams (también sale Leonard Nimoy). Tomando la leyenda de otra de las famosas camisetas, «I believe you Winona». Sobre todo si te acusan de robar maquillaje. Demasiado cutre para ser cierto.
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