ROMAN POLANSKI HA TENIDO UNA VIDA MUY INTENSA
0:02Roman Polanski, autor clave del cine contemporáneo, cumplió 75 años con un halo de genio maldito que lo persigue desde que en 1969 fue asesinada su esposa embarazada y en 1977 fue acusado de violar a una menor.
Cineasta inquieto y versátil, atormentado por los horrores de la Segunda Guerra Mundial, este francés (París, 1933) de origen polaco, que no pisa tierra estadounidense desde 1978, recibió el Oscar al mejor director por “The Pianist” (2002), un estremecedor relato sobre la ocupación nazi de Polonia, donde murió su madre en un campo de concentración.
Ese galardón no eximió a las autoridades estadounidenses de seguir considerando a Polanski un prófugo de la justicia, ya que existe en su contra una orden de detención si pisa el país por mantener relaciones sexuales con la adolescente Samantha Gaimer, de 13 años.
Su fama de director único comenzó a labrarse en Europa, primero con una decena de cortometrajes y cintas rodados en Polonia y después con su primera obra maestra, “Repulsion” (1965), un horror psicológico protagonizado por Catherine Deneuve que cosechó un gran éxito en el Festival Internacional de Berlín. Polanski daba así las primeras pinceladas de un universo propio, lleno de atmósferas sugestivas caracterizadas por la intriga, que comenzaría a consolidar de la mano del guionista francés Gérard Brach.
Las cintas
Con Brach empezó a trabajar en “Repulsion” y continuó haciéndolo en “Cul-de-sac” (1966), “Dance of the Vampires” (1967) -donde aparecía Sharon Tate, con quien se casó el 20 de enero de 1968-, “What?” (1972), “Le Locataire” (1976), “Tess” (1979), “Pirates” (1986), “Frantic” (1988) y “Bitter Moon” (1992).
Divorciado de Barbara Lass en 1962 después de tres años de matrimonio, Tate fue su segunda mujer, pero el 9 de agosto de 1969 fue asesinada, embarazada de su primer hijo, a manos de seguidores de la secta de Charles Manson.
Un año antes, Polanski había alumbrado en Hollywood su cinta más popular, “Rosemary’s Baby”, uno de los mayores clásicos del horror contemporáneo, con la presencia de Mia Farrow y John Cassavetes, pero tras el terrible suceso, el realizador sufrió una sequía creativa de tres años y decidió volver a Europa.
No obstante, una vez superada la pérdida de Tate, volvió a Hollywood por la puerta grande con “Chinatown” (1974), candidata a 11 estatuillas de la Academia de Hollywood y una de las mejores cintas de esa década, con Jack Nicholson en un memorable papel.
EN EE .UU.
Un caso pendiente
Todo parecía irle de perlas de nuevo a Polanski, hasta que en 1977 fue arrestado en el hotel Beverly Wilshire (Beverly Hills, Los Ángeles), acusado de violar a Gaimer en la residencia de Nicholson, mientras éste se encontraba ausente.
El director se declaró culpable de haber mantenido relaciones sexuales con la menor, pasó 42 días en la prisión estatal de Chino (California) bajo evaluación psiquiátrica y decidió irse del país antes de conocer el fallo del juez, para nunca más volver.
Tras el rodaje de “Tess” y ya de vuelta en Francia, Polanski no volvió a ponerse tras la cámara hasta pasados siete años, cuando se embarcó en el rodaje de “Pirates”, una obra menor en comparación con las siguientes, en las que contó con su tercera mujer, Emmanuelle Seigner: “Frantic”, con Harrison Ford, y “Bitter Moon”, con Hugh Grant y Kristin Scott Thomas.
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