LOS MIERCOLES DE TESTIMONIOS Y ORACION, UN ALIENTO EN LA TV
0:20Justamente al mes de que Freddy Beras Goico dedicara los miércoles a testimonios y oraciones al Señor, este diario reportaba: “Dios tiene un programa en el 9 y lo conduce Freddy Beras Goico”. Se trata del espacio “Los miércoles de testimonio y oración”, que dedica el equipo de producción de “Con Freddy y punto” (Color Visión).
El pasado miércoles ya cumplía un año y tres meses en esta misión que ha recogido testimonios personales de todas partes del país, de famosos y no conocidos en el medio; mas los momentos de oración y la manifestación del Señor por medio de curaciones y arrepentimientos que se han dado en este espacio.
A Freddy le brillan los ojos cuando habla de los resultados logrados en poco tiempo. Pero se regocija especialmente al hablar de las bellas experiencias que ha tenido después que dedicara este día a Dios. Aunque no es un programa comercial, el conductor de televisión revela que es el programa de mayor rating y que recibe reportes de muchos lugares del mundo, ya que “Con Freddy y Punto” también se ve en Estados Unidos.
Dice un dicho que todo tiene una razón de ser, y es precisamente tras la enfermedad que padece Beras Goico (cáncer en el páncreas) que Amelia Nader le transmite un llamado que le hizo Dios a Freddy: que dedicara media hora de uno de sus programas a dar gracias a Dios. Esto sucedió después que Beras Goico reconoció públicamente que había sido curado por el Señor.
“Yo lo consulté con mi mentor el padre Luis Rosario, con la pastora Lucy Cosme y con Felipe Polanco que ya había encontrado el camino de Dios, y me dijeron que a veces el Señor usa a otras personas para hacernos un llamado. Es entonces cuando empezamos con estos miércoles de oración, que también los hemos llamado miércoles del perdón”. Esa primera vez inició el espacio con media hora y ya tiene planes de hacerlo dos veces por semana.
“A raíz del proceso de mi operación, tuve una serie de vivencias que no había percibido nunca, y realmente mi vida ha cambiado; pero no he tenido que hacer mucho esfuerzo para esto, porque siempre mi programa lo he puesto al servicio de la gente necesitada. Sin darme cuenta Dios me ha estado utilizando para su obra, pero ahora es que he probado las maravillas del Señor, y debo confesar que me he sentido muy bien haciendo este programa”.
Aunque su espacio es dedicado a todos los creyentes, señala que es católico, va a misa y asiste a un grupo al que también acude su hijo Giancarlo y su novia Pamela para conocer y estudiar la Biblia.
Dios ha estado conmigo
Aunque Freddy reconoce que el acercamiento hacia a Dios surgió tras su enfermedad, relata que la divina presencia de Jesuscrito siempre ha estado a su lado. Cuenta que haciendo una restrospectiva de su vida y analizando los momentos difíciles que vivió, solamente el Señor pudo haberlo ayudado. Y no sólo con su enfermedad, sino en situaciones difíciles como cuando enfrentó los poderes más oscuros estando en el exilio y en la prisión, donde fue torturado. “Dios no sólo me curó, sino que me ha protegido toda la vida, y no me había dado cuenta. Estoy en rojo con el Señor y lo tengo harto de tanto que le doy las gracias”.
Definitivamente que Dios ha sido misericordioso con Freddy, ya que no sólo él goza de esta hermosa experiencia de conocer a Jesús, también su familia le acompaña en este camino. Hace tiempo que Giancarlo llegó a la iglesia cristiana mediante su novia Pemela Sued, cuya mentora es la pastora Lucy Cosme.
UN TESTIMONIO
El pasado miércoles Rafy Rey contó su testimonio. Dice que el único sueño en su vida era convertirse en un cantante famoso. Aunque desde niño había pertenecido al coro de la iglesia, en La Catedral de La Vega, sus energías eran dedicadas a su carrera artística. Hasta que un día actuando en un restaurante en Nueva York, el dueño del lugar lo invitó a cantar en un concierto de música cristiana.
Aunque era un cantante popular, Rafy también tenía compuestas algunos temas dedicados al Señor. Cuenta Rafy que a pesar de que se negó, no le quedó más remedio que participar, pero la única canción que interpretó fue la experiencia más maravillosa que había experimentado en su vida. “Cuando empecé a cantar la gente empezó a llorar y no sabía por qué, y era que el Espíritu se manifestaba en ellos. Yo lloré también y, desde entonces, llevo 17 años con el ministerio”.
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