La actriz australiana Nicole Kidman confesó hoy en París que su vida ha cambiado con la llegada de su primera hija biológica y que, a partir de ahora, piensa seguir trabajando pero también dedicándose a la familia.
"Mi ritmo de vida cambió. Mis ambiciones cambiaron", explicó la popular actriz en la rueda de prensa que ofreció en la capital francesa para presentar su última película, la superproducción "Australia".
Todas sus ambiciones son ahora distintas, según Kidman, quien recordó que "cuando tenía 18 años quería cambiar el mundo", mientras que ahora "quiero todavía contar bellas historias (a través del cine), dar todo el amor que pueda a mi familia y disfrutar de los próximos decenios si todavía vivo".

Junto a su compañero de reparto y compatriota, Hugh Jackman, -elegido el hombre más sexy del mundo por la revista People- y el director del film, Baz Luhrmann, Kidman explicó que organiza su agenda y su vida en función de sus hijos Connor e Isabella, adoptados durante su matrimonio con el actor Tom Cruise, y sobre todo, de la pequeña Sunday Rose, de la que apenas se separa desde que nació hace cinco meses.

Con ella y con su marido, Keith Urban, ha viajado a la capital francesa, donde esta noche acaparará todas las miradas en el estreno de "Australia".

En esta película, Kidman encarna a una aristócrata británica que viaja a Australia tras heredar una explotación ganadera que pretenden adquirir unos poderosos colonos, a comienzos de la Segunda Guerra Mundial.

Su personaje contrata a un ranchero encarnado por Jackman con el que vivirá un apasionado romance.