EL GRADUADO TRAE DESNUDO
0:26No en vano en 1967 esta historia causó conmoción cuando se presentó en la gran pantalla. Ahora llega en una versión adaptada a las tablas y al público dominicano, y de igual forma atrapa a los espectadores de manera inmediata. La ágil trama se inicia con la inconformidad de Benjamín, un joven adinerado que esta recién graduado. En pocos minutos se ve atrapado en el dilema de su vida al tener que decidir si se deja arrastrar por la seductora señora Robinson (intérpretada por la actriz argentina Fedra López), quien es amiga de sus padres y le dobla la edad, o si hace uso de la prudencia evitando una situación inmoral y conflictiva. La estrategia de la decidida mujer sorprende a la audiencia, pocos minutos después de iniciada la obra, cuando aparece completamente desnuda en escena, lo que provocó que quienes se encontraban distanciados del escenario trataran de alargar sus cuellos para alcanzar a contemplar las curvas femeninas de la actriz, la cual logra atormentar no solo al personaje de Benjamín, sino a toda la concurrencia que se queda esperando más sorpresas similares en el transcurso de la noche. El tentado chico también muestra algo de piel durante el desarrollo de la trama, mas no llega a despojarse de su ropa interior. Las escenas de intimidad no quedaron fuera de la adaptación del guión, pero entraron a través de una herramienta audiovisual que auxilia a los actores al tiempo que le aporta cierta magia. El constante cambio de elementos escenográficos transporta a la audiencia a diferentes locaciones. A pesar del tiempo que se toma cada cambio, fue un trabajo bien logrado por el equipo de producción, pues con simples piezas obtienen la recreación de habitaciones, un área de piscina, un parque, un burdel, entre otros. Se destacan las actuaciones de Fedra López, convicente en su rol de mujer despiadada y seductora. Sharlene Taule como la inocente Elaine, Alexander Pimentel como Benjamín Braddock e Ivan García, quien encarnó cuatro breves personajes incidentales que provocaron carcajadas en los presentes. Para quienes han visto la versión cinematográfica de la novela original de Charles Webb, podrán maravillarse por igual, aunque ya conozcan la historia, pues hay elementos que el teatro exige que le dan un toque distinto a “El graduado”. Mientras que los que ven la obra y no han visto el filme quedarán con deseos de volver a ver la trama en otro formato. Como decidan conocer a “El graduado”, es seguro que se prendarán de los conflictos que trae el desliz de la hábil señora Robinson y el inexperto graduado.
0 comentarios