UNA FIESTA DE PALO EN LA CIUDAD CORAZON
0:03Al compás de los “palos” de las catorce provincias del Cibao marchó la procesión del Patrón Santiago Apóstol por la Calle del Sol, de Santiago. En el parque Duarte de esta ciudad, casi frente a la catedral arquidiocesana, se celebró el Primer Festival Regional de Atabales de esta zona.
También miembros del clero, encabezados por el arzobispo Ramón Benito de la Rosa y Carpio, acompañados por treinta jóvenes que representaron a los caballeros de la hidalga y la población santiaguera, desfilaron por la Calle del Sol, venerando a San Santiago.
Desde las dos de la tarde en cada esquina de la Calle del Sol, empezando en la calle 30 de Marzo hasta la Sabana Larga, se sintieron los toques de los “palos y alcahuetes” que retumbaban y palpitaban en cada corazón que se siente cibaeño y que los escuchaba.
Por cuatro años consecutivos se habían reunido los grupos de Santiago, pero es la primera vez que cada provincia cibaeña tuvo una representación y así se sintió como lo que es, una región unida y productiva.
Desde las 4:30 de la tarde los colectivos de palos, invitados por la oficina local de la Secretaría de Cultura, se reunieron otra vez en la glorieta del parque Duarte e interpretaron un número común dedicado a “Ogún balenyó”. Luego, cada grupo subió a la tarima para lucirse en nombre de su respectiva provincia.
En esta parte se escucharon mensajes con sentido religioso, tradicional como “Con ete palo amaneco yo”, que interpretó el grupo de Nagua y a favor del ambiente, “Yo le dije al leñador cuando su hacha amolaba, cómo tú te va hacer si un día el agua se acaba”.
Esta última expresión nacida en las voces de paleros de Puerto Plata llamó a reflexionar la gente que a su vez movía la cintura. “No dejes que el camionero se lleve la arena del río” fue otra de las frases que empalmaban con la onda ambientalista que abanderan diferentes organizaciones y grupos juveniles del país.
EN FAVOR DE LAS TRADICIONES
El inicio de las fiestas a Santiago Apóstol, significó la convivencia de la cultura y las tradiciones norteñas. La Arquidiócesis de Santiago, la Secretaría de Cultura, la Sindicatura y la Gobernación provincial de esta ciudad se unieron para bajo las bendiciones y amparo del patrón Santiago, guiar al pueblo en un disfrute sano, apegado a sus raíces.
Después de los atabales el broche de oro lo puso el grupo “Tipi-palos”, con música de acordeón.
En su mensaje a los fieles y devotos del patrón Santiago, el obispo Ramón Benito de la Rosa y Carpio expresó su satisfacción, porque después de 514 años de fundada, la ciudad de los treinta caballeros aún conserva sus tradiciones y a la vez instó a la ciudadanía a no dejarlos perder y a recuperar aquellos que van en decadencia, como las marchantas y los paseos en coche, que son parte de la identidad santiaguera.
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