El cantante dominicano Juan Luis Guerra se mostró hoy muy ilusionado de que su gira "Travesía Tour" vaya a pasar por Japón y pueda ofrecer sus ritmos cálidos y caribeños al país del sol naciente.
"Estoy loco por ver bailar merengue a un japonés", dijo el artista en una rueda de prensa en México, para dar cuenta de su actuación en tierra mexicana en los próximos días.
Sin separar un milímetro la gorra de su cabeza en ningún momento, como acostumbra, Guerra (Santo Domingo, 1957) dio cuenta de su ilusión por participar en un festival latino que tendrá lugar en el archipiélago asiático.

"Tengo dos años intentando comer sushi en Japón", bromeó el altísimo artista. "He intentado por todos los medios ir y ha llegado ahora la oportunidad", completó.

Guerra participará en la decimotercera edición del Boderless Music Festival Isla de Salsa 2009, el 9 de agosto, en Fukuoka (sur), y posteriormente en Tokio el día 11.

Preguntado sobre su dominio del japonés, el dominicano respondió, sonriente: "Arigato". Ahí empieza y acaba su maestría en el idioma. Sin embargo, el creador de éxitos como "Ojalá que llueva café" espera poder comunicarse con el público a través de sus ritmos.

"Sé que ellos van a recibir con muchísimo agrado esta música", opinó sobre su cercana primera vez en Japón.

Guerra actuará este domingo en México, dentro de un macroconcierto para reactivar el turismo en la capital, tras el brote de gripe A que padeció la ciudad en abril y mayo. Junto a él estarán el español David Bisbal, la canadiense Nelly Furtado, y los portorriqueños Calle 13 y Wisin & Yandel, entre otros artistas.

Posteriormente, el "Travesia Tour" recalará el día 15 de octubre en Ciudad de México, en el Palacio de los Deportes, lo que pondrá fin a cinco años de ausencia del dominicano y el grupo 4.40 del país, exceptuando alguna actuación de pequeño formato.

La gira lleva activa desde hace un año y tiene fechas previstas hasta el mes de septiembre. Su último trabajo hasta la fecha, "La llave de mi corazón" (2007), fue acreedor de un premio Grammy y seis Grammys latinos.

Guerra, con cerca de veinte millones de discos vendidos a sus espaldas en veinticinco años de carrera, entrará en el estudio de grabación el próximo mes de noviembre para dar vida a su nuevo álbum, que prometió será algo "innovador, seguro".

Mientras, el cantante sigue con su fundación benéfica que ayuda a que niños quemados reciban tratamiento. "Claro que te encaprichas con ellos", reveló el cantante con otra sonrisa, y relató la historia de una niña a la que llevaron a Boston a un centro médico.

La pequeña le pidió una guitarra y Guerra, por supuesto, se la consiguió. Ahora se recupera de sus heridas no sólo con ayuda de los médicos, sino con el instrumento que le regaló el artista y la guía de una terapeuta.