Si no tienes los labios carnosos no pasa nada, hay varios trucos que los harán resaltar. Lo primero es lograr que estén suaves y libres de pieles sueltas. Para ello, coge un cepillo de dientes muy gastado y pásalo suavemente por su superficie. Así tus labios recobrarán su color natural en toda su intensidad.
A la hora de perfilarlos, no utilices un color más oscuro que la barra de labios sino el mismo tono y comienza a perfilar desde el centro del labio hacia las comisuras. Después, rellena el interior con el mismo lápiz, en pequeños trazos verticales, pero sin llegar a las comisuras, y difumínalo. Usa un pincel específico para aplicarte el color y dale un toque de gloss en el centro para que los labios parezcan más jugosos.
Los tonos rojos son el mejor reclamo para levantar pasiones por la noche y los gloss mantendrán tus labios jugosos y captarán la atención sobre tu boca. Rosa bebé, rosa palo, caramelo, coral, melocotón o natural son los mejores colores.

Si tus labios son finos, dibuja el borde exterior con un lápiz de color beige. Después, aplícate un tono claro en el centro del labio inferior. Si tus labios son de distinto grosor, perfila sólo el más fino y maquilla los labios en tonos diferentes, pero de la misma gama. El más oscuro sobre el labio más grueso y el claro, sobre el más fino.