Sinceramente, Victoria Beckham no tendrá cerebro y su pasión por la moda alcanzará niveles desorbitados (igual que la cantidad de pasta que manejan entre ella y su marido David) pero no se puede negar que la mujer tiene un estilazo que echa para atrás. De verdad que no la estoy excusando y creedme que le tengo mucha tirria pero, a la vista de los resultados de las encuestas de moda, de sus desfiles y asistencias a eventos y de portadas como estas, no me queda otra que quitarme el sombrero (solo en cuanto a moda) ante ella.
Sé que muchos dicen que normal, que con ese dinero cualquiera viste bien pero, no es cierto. La prueba la tenemos en Paris Hilton, Sienna Miller o Lady Gaga, que dinero no les falta y en cambio, el buen gusto para vestir luce por su ausencia. Victoria Beckham posa así de sensual para la portada de la revista Elle Magazine en su edición de Octubre con un vestido-corpiño en amarillo y gris de Hussein Chalayan de la colección de Invierno 2009 de Alta Costura.
Además, dentro de la revista encontramos solución a uno de los misterios de la vida delante de las cámaras de esta mujer. No os habéis planteado nunca ¿por qué no sonríe cuando le hacen fotos? Será porque es una siesa. Pues sí, será por eso, pero además:

“Tengo muchas inseguridades. Quizás es por eso por lo que parezco un poco seria. Yo no soy el tipo de persona que se pasea por la alfombra roja y luce una gran sonrisa. Yo quiero llegar, hacer lo que tengo que hacer, e irme a casa a cuidar a mis hijos.”

Si al final va a resultar que es hasta buena madre… os dejo con el making off de la sesión.