Luego de ser operada de un tumor cerebral, la actriz Olga Bucarelly se siente agradecida de todos los que hicieron posible que fuera intervenida. “Gracias a Dios porque si hay alguien que estuvo siempre conmigo fue Él”, dice la artista que inició su andar en el teatro hace 42 años.
Y es que, según confiesa Bucarelly, fue inmensa la espontánea solidaridad de mucha gente, incluso de algunos de ellos, ni ella misma sabía que le tenían aprecio y que seguían su trabajo. “Gente me apoyó desde la mínima colaboración, hasta las que dieron al traste con la mayor suma de dinero que hacía falta”, expresa.

Esa solidaridad la llevó a superar este percance al ser operada por el doctor Aizik L. Wolf, importante neurocirujano norteamericano, en el Doctor’s Hospital de Miami. Su acceso al dr. Wolf, calificado por ella como “un ser humano dedicado a salvar vidas”, fue gracias al dr. Rafael Alfredo Fernández Guerra, un neurocirujano, que Bucarelly define como una persona maravillosa.

Pero de todo este proceso, el efectivo apoyo de sus compañeros de oficio, aparte de conmoverla y dar las gracias infinitas, le movieron otros sentimientos.

“El dolor mayor que siento es haber perdido a Codearte”, lamenta la actriz, quien considera que si los trabajadores del teatro estuvieran unidos, situaciones como la que ella atraviesa se resolverían con mayor facilidad.

Expresa que al ver el movimiento de todos sus colegas a favor de que recuperara su salud, ha nacido en ella la esperanza de que vuelvan a organizarse.

Piensa en que las diferencias entre las formas de pensar de las personas que hacen teatro en el país, no debe ser obstáculo para que ese sueño pueda ser realidad. Luego de la enfermedad, la veterana mujer del teatro vive la vida de otra forma. Asegura que ahora se toma las cosas con más calma y tiene como fin ayudar a otros artistas del teatro, que como ella necesiten este tipo de servicios, porque “los artistas morimos solos”.

“DIVORCIADAS, EVANGÉLICAS Y VEGETARIANAS”
EN CARTELERA: A pesar de que ha de llevar un tratamiento que durará 24 meses, desde que fue intervenida, vuelve a la pasión que ha elegido como su forma de vivir y retoma el montaje de “Divorciadas, evangélicas y vegetarianas”.

La pieza, autoría del dramaturgo venezolano Gustavo Ott, será presentada en Casa de Teatro los días 8, 9, 10, 11, 17 y 18 de octubre.

La obra que que será presentada por Teatro del Sol, tiene como productor general a Juancito Rodríguez, y cuenta con la dirección de Elvira Taveras y actvúan junto a Bucarelly, Yamilé Schecker y Georgina Duluc.

Hay que recordar que esta obra fue estrenada con la única intención de recuperar una suma de dinero importante que hacía falta para la operación que se le realizaría en la ciudad de Miami.

Gracias a dos presentaciones de este montaje y a otras colaboraciones, la veterana actriz está de vuelta con su público con más ánimo que nunca.