Zaira Nara de muy joven comenzo en el mundo del modelaje y ya era conocida por su hermana Wanda Nara. Zaira con su belleza increible se hizo conocida por ella misma y era parte del staff de Pancho Dotto con quien no se encuantra mas ya que ahora es parte de la agencia Chekka Buenos Aires. Es castaña con unos increibles ojos verdes y sus medidas son 90-58-90. Aqui sus fotos sexy para la revista

¿Cómo empezaste en el mundo de la moda?

Zaira Nara: A los tres años empecé con mis primeros comerciales. Mi mamá me grabó y guardó todo. Pero lo más intenso, en el mundo de la moda, desde hace año y medio, en la agencia de (Pancho) Dotto.

¿Siempre supiste que querías ser modelo?

Z. N.: Sí. De nena me encantaba y le pedía a mi mamá que me lleve a los comerciales. Ahora, lo disfruto muchísimo. Hay que valorar cuando uno trabaja de lo que le gusta. Hay mucha gente que no le gusta o lo hace por necesidad y yo estoy contentísima con mi trabajo.

Tu hermana Wanda tiene más exposición mediática; vos sos menor, pero ¿decidiste orientar tu carrera hacia otro lado?

Z. N.: Sí, desde el momento en que decido estar en la agencia Dotto. Yo elijo una vida más reservada, trato de manejar mi imagen. Mi interior se lo puedo contar a una amiga, a mi mamá, a mi familia, pero no me interesa que me conozcan por mi vida privada.

Pero ¿cómo convivís con tu hermana?
Z. N.: Bárbaro. Está bueno que cada una sea distinta, no competimos y podemos aconsejarnos. Nos llevamos muy bien y la acompaño al cien por ciento.

¿Cómo reaccionás cuando publican cosas que no hiciste o romances que no existieron?
Z. N.: Creo que siempre hay que tomarlo con buena onda. De hecho, al exponer mi imagen, me estoy exponiendo y me la tengo que bancar. Son las cosas que no me gustan mucho de este medio. Vos podés tener una vida súper tranquila y de golpe abrís una revista y están hablando de vos, y decís: ¿cómo puede suceder esto.

Tus padres, ¿cómo viven el hecho de tener dos hijas que están en los medios?
Z. N.: Ellos lo viven felices, nos apoyan. Si algún día tenemos un problema, son los primeros, como siempre, en ayudarnos. Viaja una, o la otra. Hay padres que no se lo bancarían, pero ellos

sí.¿Hacia dónde apuntás tu carrera?
Z. N.: Aspiro a estar bien formada como modelo. Ahora termino el colegio y voy a estudiar actuación, conducción -me gusta mucho la televisión-, actuación. No quedarme sólo en ser modelo, sin estar preparada para todo y saber lo que vas a arriesgar.

¿Cuáles fueron tus últimos trabajos?
Z. N.: Hago muchas campañas de ropa interior, bikinis, ropa para adolescentes. Hice una campaña para Pantene mundial, es la más importante. Y muchos viajes. No es lo que más me gusta, pero está bueno ir a otro país y que te esperen con un cartel con tu nombre, es una sensación distinta y me gusta.

¿Te irías al exterior dentro de unos años?
Z. N.: No a vivir. El mercado argentino es muy grande y mi perfil da para Argentina. No mido 1,85 ni tengo el tipo de chica europea. Sí, hacer campañas afuera; irme tres días, me encanta.

¿Para el verano qué tenés planificado?

Z. N.: En la primera quincena de enero nos vamos a La Fontana (la casa del empresario en Punta del Este, Uruguay) con Pancho y ahí, en el verano, hay mucho trabajo.

¿Es buena la convivencia con las otras modelos?
Z. N.: Me hice muchísimas amigas. Al principio estaba a la defensiva. Tenés que saber en qué confiar. Competencia siempre va a haber porque todas luchamos por lo mismo, pero nos llevamos muy bien. En la Fontana nos divertimos muchísimo. Es como un viaje de egresados.

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