Nada de maquillaje en el rostro de las presentadoras, estrictos márgenes entre hombres y mujeres y menos música son algunas de las nuevas directivas que se impondrán en breve en la radiotelevisión estatal iraní.
Así lo ha anunciado Ezatola Zarghami, presidente del citado ente, que depende directamente del ayatolá Ali Jameneí, líder supremo de la revolución, y que ha sido acusado por la oposición de haber convertido este poderoso medio en una tribuna exclusiva del Gobierno de Mahmud Ahmadineyad.

Según Zarghami, el objetivo de estas directivas es preservar las costumbres de la República Islámica y respetar las normas morales de la religión mahometana.

"El maquillaje de las mujeres en los programas de televisión está prohibido desde el punto de vista de la sharia (ley islámica) y no debe aplicarse en ningún caso", dijo el directivo, a quien hoy cita el diario local prorreformista Etemad.

En una reunión mantenida el martes con los directores de las distintas secciones de la cadena, que tiene el monopolio audiovisual en el país, Zarghami también ordenó que se eviten lo que denominó "bromas escandalosas" entre hombres y mujeres

"Si hay una invitada a alguno de los programas de radio o de televisión, preferiblemente deberá ser interpelada por una presentadora", afirmó.

Zarghami ordenó, asimismo, disminuir la cantidad de música que se emite y expresó su deseo de que se haga una selección distinta de canciones y composiciones musicales durante los cinco años que durará su segundo mandato.

"Parece que hay demasiada música en los programas de la Radiotelevisión iraní y debería reducirse", agregó el directivo, según Etemad.

La radiotelevisión nacional iraní tiene cuatro canales, emite también vía satélite y en los últimos años ha puesto en marcha un canal por satélite en inglés (PressTV) y otro en árabe (Al-Alam) con un formato moderno, similar al de las cadenas por satélite de la región.

Controlada por el líder supremo de la revolución iraní, es el único conglomerado televisivo que tiene autorización para emitir en el país, donde solo compite con las cadenas extranjeras que emiten vía satélite.