Qué son para saber eliminarlas

A todas nos gusta tener una piel lisa, hidratada, joven, tersa y sin tener ni una mancha. Si ya tienes algunas hay que vigilarlas para saber qué son y acudir a un especialista para tratarlas y, en su caso, eliminarlas.

- Pecas o efélides. Les suelen salir, desde la infancia, a quienes tienen la piel clara, especialmente las personas rubias y pelirrojas, aunque tampoco se libran las castañas. Son marrones y aunque se mantienen discretas durante el invierno, reaparecen, en mayor tamaño, número e intensidad de color en verano, cuando se toma el sol de forma frecuente.

- Melasma o cloasma. Aparecen por los cambios hormonales y se acentúan con la exposición solar. Las candidatas a sufrirlas son las mujeres embarazadas, aunque también las suelen padecer quienes toman píldoras anticonceptivas o siguen algún tratamiento farmacológico como la terapia hormonal sustitutoria. Se dan especialmente en la frente, las mejillas o el labio superior.

Los dermatólogos señalan que son las hiperpigmentaciones más rebeldes y difíciles de eliminar. Una vez tratadas es imprescindible la fotoprotección diaria porque, de lo contrario, volverán a salir.

- Lentigos actínicos. También se conocen como manchas de la edad. Son marrones, pequeñas y abundantes, semejantes a las lentejas, de ahí su nombre. Suelen aparecer en las zonas más expuestas al sol como el rostro, el escote, el dorso de las manos y los antebrazos. Las más propensas son las personas con pieles claras y genéticamente más frágiles, y aparecen normalmente a partir de los 50 años. Pero si has cometido muchos excesos con el sol, seguro que te aparecerán una década antes.