La cantante mexicana negó, a través de su agencia de representación, que la riña que mantuvo en un avión y que obligó al aparato a volver al aeropuerto del Distrito Federal se ocasionara por estar borracha.
“No estaba tomada (ebria) ni drogada como lo han equivocadamente mencionado algunos medios”, expresó su agencia de comunicación en un comunicado.
“Prueba de ello es que las autoridades y todos los filtros de control aeroportuario la dejaron abordar el avión sin problema alguno”, continúa la nota.

El texto afirma también que “pese al altercado, las autoridades no consideraron necesario practicarle algún tipo de examen a la artista, precisamente por su buen estado”.

Guzmán protagonizó una riña con una pasajera que le sacaba fotos con un teléfono y al intentar la cantante arrebatarle el móvil con el que tomaba las imágenes se produjo un forcejeo entre ambas.

De acuerdo con algunos testigos, citados por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), la cantante había ingerido bebidas alcohólicas y comenzó a intercambiar expresiones de afecto subidas de tono con su acompañante en pleno vuelo, lo que escandalizó a otros pasajeros.

Ello, supuestamente, llevó a la mujer que se peleó con ella a sacar fotografías.

Según la agencia de Guzmán, la cantante se encontraba muy cansada porque había terminado de trabajar la noche anterior muy de madrugada y “solo quería descansar y conciliar el sueño”.

La agencia explicó que la asistente de la diva pidió a la pasajera que sacaba fotos que no lo hiciera, a lo que ésta hizo caso omiso. Fue entonces cuando Guzmán exigió respeto a su privacidad.