Es una de las preguntas que se plantean los expertos en dermatología. Pregunta que, desgraciadamente, tiene una respuesta bastante evidente: los hábitos de exposición al sol no son los correctos. La mayoría de los expertos insisten en esta idea y así lo han plasmado en el XIII Congreso mundial de Cáncer de Piel, que se celebró hace unos días en Madrid.

Y es que la frecuencia de este cáncer ha llegado a multiplicar por 5 el de otro tipo de tumores como el de mama o el de próstata. Según han indicado los expertos “la incidencia de este tipo de cáncer sigue aumentado debido a la mayor longevidad de la población y a la mejora en la calidad de vida que facilita hábitos de ocio con exposición solar prolongada”.

Así, el cáncer de piel es más frecuente en personas adultas, de piel clara y con antecedentes de exposición solar importante. El dato nos hace reflexionar: se estima que 1 de cada 5 personas de 70 años va a padecer al menos un cáncer de piel.

Las cifras, nada alentadoras
Los datos mundiales hacen referencia a una incidencia de 14 nuevos casos por cada 100.000 habitantes en hombres y 16 nuevos casos anuales por cada 100.000 habitantes en mujeres. En España la media se sitúa en 10 nuevos casos por cada 100.000 habitantes por lo que se calcula que habría una media de 4.600 nuevos casos anuales.
La falta de prevención ha sido el principal detonante no sólo del incremento de casos, sino de un cambio en el perfil de afectados puesto que en el caso del melanoma aparece cada vez en gente más joven. Aun así, el perfil de un paciente con melanoma sería el de mujer de unos 55 años, que en durante las décadas de los 60 y 70 se expuso al sol sin ningún tipo de precaución. Y es que podemos decir que la piel tiene memoria. Antes de los 20 años, las quemaduras solares que se produzcan influyen sobre el componente genético individual para provocar la aparición del melanoma.

Consejos básicos para protegerse del sol:

• Evita la exposicion entre las 12 h y las 16 h.
• Exponte progresivamente al sol y evita totalmente las quemaduras solares.
• Renueva la aplicación de tu protector solar con la frecuencia adecuada y, sobre todo, después de cada baño.
• No utilices un fotoprotector para aumentar su tiempo de exposición al sol.
• Aplica un protetor solar adaptado a su tipo de piel y a las condiciones de exposición al sol.
• No expongas al sol a los bebés.
• Protege a los niños con camiseta, gorra y gafa de sol.
• Ten en cuenta la reflexión de los rayos solares por el agua de mar, arena y nieve.
• Si adviertes que un lunar cambia de tamaño, forma o color, consulta a tu dermatólogo.