La Capital no es ajena al fenómeno de "los típicos"
13:47“Cuando volverás” facilitó la entrada y años después le siguió “Vamos pa’ la playa”, de Kiko El Presidente, dos exponentes jóvenes y ultramodernos del ritmo de tierra adentro. Ahora la situación está tan halagu¨ena para el merengue típico que ya los dueños de centros de entretenimiento toman en cuenta a estos intérpretes para hacer sus agendas de actividades.
El apoyo
Uno de los centros de entretenimiento de mayor realce lo es Jet Set, y fue allí que por primera vez cantó Krisppy en la ciudad, al igual que Kiko El Presidente, ahora continuando con el apoyo a este género y complaciendo al público que en defi nitiva es quien paga para bailar, Antonio Espaillat confirmó a LISTÍN DIARIO que el lunes 12 se enciende la pista con Toño Rosario en compañía de Kiko El Presidente, el hombre de “la playa”. Pero la cosa no se queda ahí, el próximo lunes 19 de abril la cartelera es típica completa en Jet Set. Ese lunes subirán a escena Banda Real junto a Jovanny Polanco.
“Yo me debo al público y ellos son los que me nutren, por eso estaremos presentando a los muchachos de Banda Real, que estuvieron nominados como Revelación del Año en los premios Casandra y me hablan de lo pegados que están”, comentó Espaillat, quien recuerda que fue Fiesta 105.1 FM, la primera emisora de la Capital en sonar este contagioso merengue que tiene nombres tan importantes y meritorios como Tatico Henríquez, Guandulito y muchos otros.
Para Espaillat, la Capital no puede estar ajena a los fenómenos musicales que ocurren en el resto del país.
El empresario se compromete a retomar el apoyo a la difusión de esta música que tiene nuevos y buenos exponentes como Banda Real, agrupación que se ha preocupado además de sonar en la radio del Cibao, de promover su música en las estaciones de capitaleñas que apoyan esta música como Supra 101.7 FM, Dominicana 98.9 FM y Universal, 98.1 FM.
“Yo pienso retomar el tema del apoyo a esta música a través de la emisora”, reiteró el empresario artístico.
Tomando en cuenta que una gran cantidad de cibaeños vive en la ciudad, además de la fi delidad del público que baila y escucha la música típica, han surgido iniciativas como la que tiene Platinun. Fefi ta La Grande se presenta allí todos los domingos.
Ella tiene un mes haciendo esta actividad. Y es que para quienes no lo entienden, los seguidores típicos se mueven de un lado para otro sin importar la distancia, tal y como sucedió en la última presentación de Banda Real en la ciudad; en la zona oriental específi - camente. Era evidente que los que allí se congregaron sentían el amor por esta música. Llegaron de todos lados y se sabían el repertorio del grupo que representan Berni, Darío, Joselito y Olbis, intérpretes de “Adiós” y del tema “Huellas”, que suena en la radio.
Viendo el movimiento que hay en torno al merengue típico se puede hablar de una apertura a este género que dejó de ser para pueblerinos y ha contagiado a muchos.
Una de las ventajas de esta música es que pese a la crisis que sacude a la industria, los hacedores del género logran mantener una agenda llena de actividades, además de las fi estas fi jas que ya son tradición para los amantes del típico. Banda Real por ejemplo están todos los viernes en Andy Ranch, de Santiago.
ALGO DE HISTORIA DEL RITMO CRIOLLO
SUS ORÍGENES El merengue típico apareció durante los años 1840. Vino de la región rural del valle del Cibao, alrededor de la ciudad de Santiago de los Caballeros, y por eso también se conoce como el merengue cibaeño.
El grupo original consistía en instrumentos de cuerda como la guitarra, tres, o cuatro, juntos con la gu¨ira (un guayo de metal) y la tambora.
A veces se agregaba una especie de bajo rudimentario llamado marimba hecho de una caja de madera con cinco u ocho llaves de metal.
A finales del siglo XIX se introduce el acordeón de dos carreras, que lo cambiaban los comerciantes alemanes por tabaco.
El merengue experimentó una elevación súbita de estatus bajo el régimen del dictador Rafael Trujillo, de 1930-1961.
Aunque él era del sur de la República, venía del campo rural y de una familia de clase baja y decidió que el perico ripiao debería ser el símbolo nacional de la República Dominicana. Mandó que compusieran numerosos merengues en su honor, y los puso a sonar en la radio y en los salones de baile respetables.
Fuente: List. Diario
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