Los numerosos admiradores del intérprete, de 40 años, levantaron la voz a través de distintas redes sociales en procura de alguna información veraz que compruebe o desmienta lo que en los últimos días se ha dicho de su ídolo: que estaría en estado de coma irreversible.

La casa discográfica Warner, así como la agencia de relaciones públicas que maneja los asuntos del cantante, Satus Media, no difundieron un comunicado oficial que ayudara a esclarecer el misterio.

Todo comenzó el 4 de abril cuando en el programa de Univisión “El gordo y la flaca”, que se transmite desde Miami, el conductor Raúl de Molina informó que el intérprete llevaba 12 días internado en el hospital Cedars- Sinai Medical Center, de Los Ángeles.

Un fuerte dolor estomacal, un examen de ADN ordenado por la Justicia para favorecer la posición de un hombre que en Puerto Rico asegura ser el verdadero padre del cantante y hasta un virus contraído en el hospital tras una operación estética -concretamente una liposucción- se sucedieron como posibles causas de la internación del artista.

Se sumó a ello el problema con el alcohol y las drogas que tendría Luis Miguel desde hace tiempo y del que se dice dan cuenta sus allegados, aunque nadie en forma pública.

A partir de esa circunstancia, según consigna la agencia DPA, muchos medios periodísticos empezaron a hacer paralelismos entre la vida del intérprete mexicano y la de Elvis Presley y otros artistas que murieron jóvenes a causa de sus excesos.

En los años 80 el también llamado “Sol de México” fue internado a causa de una gastritis. Fuera de ello, poco se conoce de sus afecciones, así como de otras aristas de su vida personal.